Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- Morelia, ciudad de contrastes, cumple este 18 de mayo su 482 aniversario. La antigua Valladolid fue fundada en 1541 en el valle de Guayangareo, por Juan de Villaseñor y Luis de León Romano, por mandato del virrey Antonio de Mendoza y a instancias de los españoles avecindados en Michoacán.
En la época prehispánica se le llamó Guayangareo y en la época virreinal Ciudad de Mechuacán, que cambió en 1545 por Valladolid, en honor a la ciudad española del mismo nombre. En 1828 adquirió su nombre definitivo Morelia en honor a su hijo predilecto y más famoso, José María Morelos y Pavón.
La capital michoacana tiene un lugar clave en la historia del país, tanto por los hechos históricos que se registraron en su territorio como por los personajes que nacieron o vivieron en ella, como el mencionado José María Morelos y Pavón, quien junto con otro avecindado ilustre, Miguel Hidalgo y Costilla, inició la gesta por la Independencia.
En cuanto a número, de acuerdo con el censo de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la población llegó a 849,053 habitantes, de los cuales 407,129 eran hombres y 441,924 mujeres, con una tasa de crecimiento anual del 1.45% para el periodo 2010-2020.
Según las estadísticas de INEGI entre las principales actividades productivas se encuentran los servicios, entre los que destacan los financieros, inmobiliarios y turísticos, seguidos por la industria de construcción, la industria manufacturera y en último término las actividades del sector primario.
Como parte de su actividad turística, la ciudad es sede de diversos festivales internacionales de música, órgano, cine y gastronomía.
Para los morelianos, entre lo bueno hay que mencionar que se trata de una ciudad pequeña, a la que su ubicación en el centro del país le ayuda a tener un mayor intercambio comercial y turístico con otras ciudades, entre ellas la Ciudad de México.
Entre lo malo se encuentra el despliegue de la inseguridad que en las últimas fechas se ha dejado sentir con peso en las diferentes colonias.
Lo mejorable está en el transporte y los servicios públicos, que deben eficientar y llegar a todos los habitantes, según lo señalado por algunos morelianos.
Lo bueno, lo malo y lo mejorable
Vivir en Morelia es toda una experiencia, puedes querer la ciudad y sus atractivos, pero también hay días en que no se puede transitar por sus calles llenas de tradiciones como el torito de petate, como se hacía antes, debido al aumento de la violencia.
El retratista Antonio Anguiano de 66 años de edad, ha vivido por más de 50 años en la colonia del Centro de Morelia, la cual para él es “un sueño”, porque es una zona muy tranquila de la ciudad, en la que puedes caminar y respirar el aire fresco sin tantos problemas, además de que todo el tiempo está rodeado de actividades culturales o artísticas que se llevan a cabo en dicha colonia.
En cuanto se le preguntó cómo es vivir en Morelia, Antonio respondió sin chistar: “es de lo más padre”, porque según su experiencia y viajes que ha hecho a otras ciudades, la capital michoacana tiene la belleza arquitectónica y la calidez de su gente.
El conocido y simpático retratista de Morelia, no le ha gustado ninguna otra ciudad para vivir, porque en otros lugares el clima es árido o sin tradiciones, “además de que hay más inseguridad. Aquí es más fresco y limpio”, comentó.
Mientras esperaba a clientes para dibujar sus rostros, el hombre delgado y de tez morena, sí mencionó que no todo es “miel sobre hojuelas”, ya que sí existen muchas colonias de Morelia a las que se les debe mejorar la seguridad, porque sus habitantes padecen todos los días robos o algún incidente violento. Aunque el Centro es “magnífico”, como lo calificó el retratista moreliano, externó que las colonias de la orilla deben ser cuidadas por las autoridades, como por ejemplo, adaptar los espacios con más jardines, áreas verdes y centros recreativos limpios.
Para María de la Luz Cortés, de 67 años, quien lleva toda su vida viviendo en la colonia Las Margaritas, la ciudad es “muy bonita” y no le pone muchos peros debido a que es moreliana de corazón, así se autodefinió. Sus calles, la arquitectura, la gente y sus tradiciones son únicas, y por ello, no los cambiaría por ninguna otra ciudad del país.
María de la Luz, casi todos los sábados acostumbra acudir al Centro Histórico para comprarse un tradicional gaspacho y degustarlo en una de las bancas de la Plaza de Armas, mientras observa a la gente pasar y disfrutar de una agradable tarde de mayo. En la colonia Las Margaritas, dijo que hay muchos problemas en las vialidades, mismas que están descuidadas con “baches” y sin señalamientos para la gente de la tercera edad.
La ciudad de la cantera rosa es recordada por la ama de casa como una ciudad que ha tenido avances importantes en materia de infraestructura y de mejoramiento del transporte público, ya que cuando era adolescente recuerda la avenida Madero aún sin pavimentar con mucha tierra y en lugar de camiones o combis, lo que había eran carretas con caballos, aunque le gustaba que antes había más jardines y palmeras que daban sombra.
El joven de 29 años de edad, Adiel Salgado, quien vive en la colonia 23 de noviembre, ubicada por la salida a Quiroga, un poco ruborizado, respondió que si le gusta vivir en Morelia, porque es muy agradable y muchas de sus zonas son aún tranquilas, pero evidenció que todavía no se ha podido erradicar la inseguridad ni tampoco el mejoramiento de las vialidades y su tráfico diario.
“Los que vivimos por la salida a Quiroga tenemos que batallar con el tráfico, sobre todo en el trayecto de Tres Puentes, donde hay mucha actividad vial, y nunca vemos tránsitos para disminuir el caos que se genera todos los días, eso complica nuestra movilidad para llegar a nuestros destinos”, destacó el joven.
Una problemática que también debería de mejorar en las colonias es el alumbrado público, porque muchas cuadras están oscuras.
La joven Jocelyn Alvarado de 21 años, aún estudiante, mencionó que lo que más le gusta de Morelia son sus edificios del Centro como la Catedral, también las actividades diarias que se llevan a cabo y sus festivales que puede disfrutar en familia o con amigos.
El encendido de Catedral que se realiza todos los sábados, es uno de los atractivos que más disfruta María Villaseñor Juárez, una mujer de 42 años que se encuentra desempleada, pero que no duda en llevar cada fin de semana a sus hijos pequeños. El baile de “Los Viejitos” en la Plaza de Armas o el Mirador de Altozano, son para María de los principales atractivos que no se pierde en la ciudad de Morelia.
Toda su vida ha vivido en Morelia, y nunca le ha pasado por la cabeza dejar la ciudad, porque para María es muy bonita, aunque su colonia, la Isaac Arriaga, siempre ha estado envuelta en muchos conflictos de inseguridad, homicidios y robos a casa habitación. Esta problemática es la que quisiera que disminuyera, y que las autoridades municipales la tomaran más en serio para que la gente pueda vivir en tranquilidad.
En cambio, Fernando Mercado Morales, licenciado en Periodismo de 35 años de edad, cuestionó que no hace muchos años Morelia era una ciudad tranquila, pero últimamente en todos los medios de comunicación de lo único que se habla es de los constantes enfrentamientos entre grupos armados, asaltos a mano armada, acoso y robos de vehículos, ante local, manifestó su deseo de que las autoridades cuenten con una verdadera policía reforzada, así como más uniformados honestos.
El joven, quien vive en la colonia Vasco de Quiroga, exigió a través de El Sol de Morelia que se reinstalen las casetas de vigilancia que están abandonadas, sobre todo en colonias con mayor índice delictivo, pues para Fernando eso haría una gran diferencia. No muchas cosas cambiaría para Morelia, pero una de ellas son los semáforos que ya no tiene razón de ser, también los puentes como opción de vía rápida pero a unos metros de distancia ya te topas con un semáforo lo cual hace cuellos de botella, no benefician a la movilidad urbana.
De la misma manera, no olvidó las tradicionales movilizaciones que generan caos y tráfico vehicular, como las que realizan en la ciudad maestros, estudiantes normalistas y otras organizaciones sociales que utilizan esta práctica frecuentemente.
No obstante, José Villa, de 30 años y quien vive en la colonia Centro, refirió que un privilegio que tiene Morelia a comparación de las grandes urbes, es que es más sencillo conocerse unos a otros, además de que hay variedad de sitios a visitar y sombras en las que la gente puede refugiarse del sol.
“La arquitectura del centro es muy chula y siempre hay cosas por hacer. Pero si algo me disgusta de la ciudad, sin duda que son el tráfico de los lunes, que los empleos son muy mal pagados, que no te terminas de enterar de los eventos porque no hay buena comunicación ni difusión. También es molesto que la gente sea tan mocha, doble moral y todos quieren una tajada del actual gobierno estatal”.
José Mejía, quien es egresado de la Facultad de Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), consideró que Morelia tiene que dejar de compararse con otras ciudades y a partir de ahí, pensar en mejorar con el plantío de más árboles, eventos culturales gratuitos y un sistema de transporte más eficiente.
Para Cristina Reyes Juárez de 36 años, originaria de Zacapu pero moreliana por adopción, la capital goza de una rica arquitectura, sobre todo el Acueducto, obra que le parece memorable y una de las más hermosas del país.
“Estamos en una ciudad pequeña, pero que al mismo tiempo encuentras de todo, pues si buscas diversión hay bares, cafés, presentaciones artísticas y musicales; en educación se cuenta con universidades, museos y espacios recreativos”, destacó la empleada de oficina.
Amante de recorrer las calles en bicicleta, Cristina, habitante de la colonia El Vergel, expuso que el caos vehicular es algo que no es de su agrado, por lo que propuso que se instaure el Hoy No Circula, pues además de desahogar el tránsito, refirió que se abonaría a que los morelianos realicen actividad física.
Finalmente, dijo que el aniversario de la ciudad es una oportunidad para pensar que Morelia está lista para dar los siguientes pasos, como es la construcción de un tren ligero que atraviese el circuito interior o rutas estratégicas como Salida a Quiroga, Salamanca y Charo.