Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Con poco más de 50 años a cuestas y una carrera como cocinera que acabó abruptamente, Rocío no sólo tuvo que dar un giro a su actividad sino además incursionar a un ámbito dominado por los hombres: el oficio de bolero.
Con un horario que abarca los siete días de la semana, la mujer se instala diariamente en la Plaza Juárez en espera de clientes que quieran lustrar su calzado.
Lee también:Con venta de calcetas, buscan apoyar a trabajadoras sexuales de la tercera edad
Un amigo de la infancia fue quien enseñó a María del Rocío Rodríguez Ramírez a bolear.
“El compañero que me invitó a bolear fue el que me enseñó lo básico, pero fue con el compañero de aquí enfrente, con Raúl Cisneros, a quien vi cómo bolea y ya fui aprendiendo. En mi casa me ponía a ensayar”.
Anteriormente, la familia de la bolera era propietaria del restaurante El Jacalito, donde ella se desempeñó como cocinera.
Sin embargo, fue su hermano quien heredó el restaurante así que encontró otra alternativa de empleo boleando zapatos, pero, así como el trabajo ha sido gratificante también ha sido complicado.
“Hay personas que sí son buena onda porque se van contentos con su boleada, pero de repente sí me han tocado clientes que son bien especiales, incluso como que le quieren pegar a uno, pero pues así pasa. Hay de todo” mencionó.
Entre otras de las dificultades que conlleva el oficio, Rocío mencionó que cargar el carrito donde recibe a su clientela le ha lastimado mucho la espalda pues pesa alrededor de 80 kilos.
“Eso es lo más laborioso porque yo lo tengo que subir a la banqueta y yo lo tengo que bajar y luego llevármelo, para una como mujer sí está pesado” señaló.
Rocío tiene dos nietas y a través de verla bolear zapatos, las niñas se han interesado por el oficio y afirman que quieren ser boleras al igual que su abuela “incluso ellas ya saben bolear zapatos y quieren ser como su abuelita”.
Ante el hecho de ser actualmente la única mujer bolera de la ciudad, Rocío destacó que antes de ella hubo otras dos mujeres, pero sólo permanecieron un mes en el oficio. Asimismo, refirió que la poca presencia de las mujeres en este rubro se debe a que se sigue pensando en el oficio como algo que solo hacen los hombres.
“Yo sabía que en este oficio no se admitían mujeres, que deberían de ser puros hombres, por eso yo siento que la mayoría de mujeres no piden que les den chance de venirse a trabajar”.
María del Rocío Rodríguez añade que “en este tiempo ya está permitido que la mujer se venga de bolera, “para eso estoy yo, para que vean que realmente ya está permitido y es muy bonito”.