Morelia, Mich. (OEM-INFOMEX).- Minutos antes de las seis de la tarde, decenas de mujeres, niñas y varones comenzaban a llenar la Plaza Benito Juárez. Pañuelos verdes y carteles alusivos, la lucha feminista había inundando el corazón del Centro Histórico y está aquí para quedarse.
"No me cuidan, me violan", comienza a corearse ante lo que ahora se han convertido en cientos de manifestantes, en su mayoría mujeres, que se reunieron a manifestar su indignación y coraje por los casos de violación que reportaron en días pasados en la Ciudad de México.
El 10 de julio dos policías detuvieron a una joven de 27 años, para llevarla a un hotel y obligarla a tener relaciones sexuales. El 3 de agosto, una menor de edad de 17 denuncia la violación por parte de cuatro policías, esto después de sustraerla a escasos de metros de la puerta de su casa. Mientras que el 9 agosto, un agente de la Policía Bancaria fue procesado por haber agredido sexualmente a una joven en el Museo del Archivo de la Fotografía de la CDMX.
“Porque no son casos nuevos, porque nosotros a sabemos que en nuestra ciudad y en nuestro Estado el tema de la violencia sexual es realizada por parte de los cuerpos policiales, ha existido y se ha denunciado, sin embargo se ha hecho caso omiso a este tipo de cuestiones”, denunciaban integrantes del colectivo feminista Matrioska.
Después de recordar a las mujeres a las mujeres violentadas, el colectivo feminista pintaba el piso de la Plaza Benito Juárez, mientras otras se subían a la estatua con carteles como “Exigir justicia, no es provocación” o “Si mañana me toca, quiero ser la última”.
Pasadas las 6:40 pm, cientos de feministas comenzaban a caminar abordando la Avenida Madero, los manifestantes se hacían escuchar con consignas como “Se va a caer, se va a caer, el patriarcado se va a caer, arriba el feminismo, que van a vencer, que va a vencer”, Morelia le pertenecía a la lucha feminista.
Entre cánticos de protesta, morealinos de todas las edades recorrían la arteria primer de la ciudad de la cantera rosa; pañuelos verde abornan los cuerpos de algunas jóvenes, mientras que algunas otras portaban paliacates de diferentes colores sobre sus rostros, a decir de las mismas “Esta lucha nos obliga a escondernos de nuestros agresores, de las instituciones, de quienes dicen que nos cuidan y sólo nos violentan”.
Mientras avanzaban sobre la Avenida Madero, el cielo se pintaba de verde y rosa, las manifestantes prendían bengalas de humo que hacían juego a sus consignas, el respecto a los derechos de las mujeres se hacían resonar por las paredes de la capitalina michoacana.
La marcha avanzaba mientras en los altavoces sonaba una reclama pública a la nueva de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, “Los casos de violación de mujeres ha manos de elementos de la Policia de la Ciudad de México han despertado la rabia y la indignación, no por ser los únicos sino por muestra de la violencia estructural que de forma institucionalizada se práctica contra nosotras”, esa escuchaba al aire.
Poco después de las siete de la tarde, el colectivo llegaba a la fuente de Las Tarascas, cientos de hombres, niños y mujeres gritaban por la impunidad, que a decir, de los manifestantes se ha registrado ante las denuncias de violación por policías capitalinos.
Arriba de la Fuente, sobre toda su circunferencia jóvenes tomaban el monumento histórico con pancartas y gritos a todo pulmón; los pañuelos verdes adornaban el cuello y las muletas de las tres tarascas, mientras que la brillantina se espacia por sus pechos.
Antes de retomar su camino de regreso a la Catedral moreliana, los manifestantes tomaron un minuto para recordar a Nilda Francisco, la joven estudiante que se encuentra desaparecida desde hace cinco meses, sin resolución por parte de la Fiscalía General del Estado.
Al llegar al Palacio de Gobierno, las feministas paraban a exigir justicia por las que sufrieron, por las que no están, por las que los callan y por aquellas que están de pie, ninguna agresión más.
Antes de dispersarse, miembros de Matrioska señalaban que en el país 56% del territorio ha sido declarado en estado de alerta de genero, culpaban a las instituciones, a los funcionarios, a todo México por mantenerse callado.
Finalmente, a las fueras de Catedral, las dirigentes del movimiento adornaban las paredes cantera, mientras invitaban a las manifestantes a reunirse al colectivo feminista de su confianza, recordándoles a las morelianas, que no están solas, que la violencia y las agresiones no son normales, #NiUnaMenos.