Morelia, Michoacán.-Los magistrados y jueces del Poder Judicial de la Federación del Décimo Primer Circuito en Michoacán, rechazan ser la causa de los “enormes problemas nacionales” que existen como el crimen organizado, el patriarcado, la discriminacion, el abandono del campo y la impunidad, además de calificar como “falso” que representen a las “élites” y a las ideas conservadoras.
En un pronunciamiento que los jueces federales hicieron en todo el país, en el caso de Michoacán los magistrados expusieron que decidieron “levantar la voz” en contra de la reforma judicial propuesta por el Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador y defender la carrera judicial, así como la división de poderes que desde su visión son dos pilares fundamentales para un sistema de justicia equitativo, eficaz y libre.
Los jueces y magistrados del Décimo Primer Circuito en Michoacán, a las afueras de las instalaciones del Poder Judicial que se ubica en la zona de Camelinas en Morelia, advirtieron que están decididos en actuar “hasta las últimas consecuencias” ante lo que consideran una intromisión en la judicatura que pretende la “sustitución en masa” de los juzgadores de carrera, lo cual insistieron que es un acto propio de una “tiranía”, y por lo cual, confirmaron que buscarán impugnar la reforma de López Obrador.
Ante la reforma que se plantea desde Morena y que está en discusión actualmente a nivel nacional, los magistrados en el caso de Michoacán se unieron al pronunciamiento federal para reiterar que es un grave error mezclar intencionalmente la justicia social y política que le corresponde al Ejecutivo y al Legislativo con la impartición de justicia constitucional que corresponde al Poder Judicial de la Federación.
En este contexto, los jueces remarcaron que es imposible afirmar que una sentencia de amparo sea la causa de las desigualdades económicas, sociales y culturales que hay en el país, e incluso, calificaron como “falso” que el Poder Judicial sea también responsable de los problemas nacionales que representan el crimen organizado, la corrupción, el patriarcado, la violencia contra la mujer, la discriminación, el abandono del campo, la destrucción del medio ambiente, la impunidad, el desvío de recursos públicos o las licitaciones corruptas.
Aunado a que también rechazaron representar a las “élites” del país y las ideas conservadoras, pues aseguraron que la gran mayoría de las personas juzgadoras provienen del pueblo y han estudiado en instituciones públicas. También, dijeron que es falso que sean quienes liberen a los delincuentes, al defender que más bien liberan a personas cuya culpabilidad no se ha comprobado, toda vez que amparan al perseguido sin pruebas, con el derecho como fundamento.
La indignación es general, sostenida, compartida por todos los jueces, magistrados y la base trabajadora. Ante la infamia de disfrazar el despido masivo de juzgadores federales, encubierta en una pretensión de reforma constitucional, estamos de pie, orgullosos de nuestra trayectoria, de cumplir el mandato constitucional de proteger a las personas contra el arbitrario, así lo remarcaron en el pronunciamiento que giraron a nivel nacional.
Finalmente, los jueces y magistrados, insistieron en que no son políticos y que por tanto no utilizan las urnas para juzgar o perseguir, por tanto, señalaron que su fuerza proviene de la razón y de la palabra con el apoyo en la Constitución. Refirieron que con sentencias protegen los derechos humanos del pueblo de México, porque con la interpretación de las leyes es como condenan a los delincuentes cuando existe debido proceso y pruebas, por lo cual, desecharon las críticas que han recibido de Morena y del propio Presidente de la República al insistir en que no defienden ideologías ni propias ni ajenas.