Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- “Nosotros no improvisamos”, dice Mauricio López, uno de los tres socios de Deliverygud y Taxibit, dos aplicaciones visionarias de Morelia que tienen como origen el 2014, cuando en la ciudad pocos creían que la tecnología nos iba a resolver las necesidades de transporte desde un teléfono inteligente.
Para que su sueño fuera posible, tres morelianos tuvieron que recurrir no solo a la imaginación, sino a un esquema empresarial que involucra a personas externas, en este caso, taxistas que quisieran ser parte de una app, solo que convencerlos no era sencillo. “No nos creían, les costaba trabajo pensar que las personas pudieran controlar sus viajes desde un teléfono inteligente; varios nos dijeron que estaban saturados con el radio y no deseaban más”, precisa.
En un inicio recurrieron a un experto egresado del Instituto Tecnológico de Morelia, pero para tener los estándares que exigen empresas como Google y Apple, se fueron a explorar todas las herramientas necesarias para que la aplicación funcionara al 100 por ciento.
Abel Arzeta, otro de los socios de ambas marcas, trabajaba en Nextel y esa experiencia le sirvió para ver todo el potencial que la tecnología tiene en cuanto a resolver necesidades muy específicas de las personas. Él mismo era un usuario recurrente de taxis, pero a veces le desesperaba el servicio, que nadie contestara un teléfono o la unidad tardara tanto tiempo en llegar. “Esto se podría resolver de otra forma”, pensó en su momento, antes de que gigantes como Uber llegaran al mercado global. El reto era mayúsculo, buscar a amigos que creyeran en el proyecto, dar con los perfiles adecuados, cuidarse de quien se aprovecha del emprendedor, pero también reconocer a quien se une a un sueño sin pedir más a cambio.
El que completa la tercia es Moisés Pérez, quien recuerda que ya con Taxibit en marcha no todos creían que se trataba de un proyecto rentable. “Comenzamos ofreciendo este software a taxistas ya establecidos en ciudades como Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas, quienes nos escuchaban, pero no más. Ya cuando llegó Uber, más allá de rendirnos seguimos buscando a afiliados, y aunque fue complicado, logramos tener a varios taxistas que ya no se resistieron al cambio”.
Ya bien asentados en el comercio electrónico de taxis, era el momento de dar el siguiente paso y darle cabida a una segunda aplicación que resolviera la cada vez mayor necesidad de que alguien te lleve comida a casa. Así nació Deliverygud en 2019, que se declaraba lista para competir contra gigantes como Ubereats y Rappi. “La comida nunca va a pasar de moda; lo que nos planteamos fue ofrecer una entrega completa, que la gente pudiera ver el menú en su celular, que viera en cuánto tiempo iba a llegar y quién le tocaría a la puerta. Tener la certeza de una compañía que te respalda si acaso cancelas o cambias el pedido”.
Cuando la crisis se vuelve oportunidad
Aunque la mayoría de empresas se vieron afectadas desde que comenzó la pandemia del Covid-19, para Deliverygud este cambio social significó un ascenso en su negocio, no solo porque aumentó el número de familias que no les queda otro remedio que pedir comida a domicilio, sino porque ha nacido una nueva conciencia de apoyar a lo local, afirma, muy convencido, Moisés.
Actualmente, son 250 restaurantes afiliados, un número que se disparó de forma exponencial, pues antes de marzo apenas eran 50 los negocios dados de alta en la aplicación. Para reforzar las estrategias, acordaron un plan con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes de Alimentos Condimentados (Canirac Michoacán) de tal forma que un buen número de los afiliados ya brindan su servicio a domicilio en conjunto con esta iniciativa moreliana que al día de hoy cuenta con 3 mil descargas.
En contraparte, la que sobrelleva los estragos de la contingencia es Taxibit, pues los viajes descendieron de forma notable en esta realidad a la que se le ha identificado como Nueva Convivencia o Nueva Normalidad. Pese a ello, actualmente cuentan con 150 autos registrados en Morelia, 50 en Lázaro Cárdenas, 40 en Uruapan y 80 en la Ciudad de México.
“Apoyar lo local no solo es de un lado; así como el público nos da su preferencia, nosotros vamos con las empresas locales y tratamos de ayudarlas”, remarcan los emprendedores.
Mauricio dice que más allá de situaciones como la crisis sanitaria, lo que mantiene en pie a la empresa es que “cumplimos nuestras promesas”. Asume que en esta coyuntura la principal responsabilidad es cuidarse, tanto ellos como sus choferes y repartidores, para entonces cuidar a los consumidores.
Aunque muchos de sus clientes son personas muy jóvenes que han crecido con un teléfono inteligente en la mano, también hay adultos mayores adaptados a la tecnología. “Curiosamente el mercado que más nos compra está entre los 30 y los 50 años”, reconocen.
Los tres socios visualizan tanto a Taxibit como a Deliverygud como negocios expandibles a otras ciudades y países, es un modelo que cada vez satisface más a las personas sobre todo en las urbes más extensas. “Que sea una empresa sólida, capaz de competir con cualquiera, pero sobre todo, nos gusta sumarnos a la economía local, que el dinero se quede aquí: para el conductor, para el repartidor, para el restaurante, que circule todo en Morelia”.
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