MORELIA, Mich. (OEM-INFOMEX).- Entre tumultos llevados a cabo por personas que abarrotaron el Teatro Morelos, trabajadores acarreados de los diversos sindicatos del municipio esperaban, bajo un toldo frente a una pantalla gigante, el comienzo del informe del primer año de gobierno de su alcalde y patrón, Raúl Morón Orozco.
Desde temprana hora, diversas personalidades del mundo de la política se dieron cita en la rendición de cuentas del primer alcalde morenista de la capital michoacana: el dirigente estatal de Movimiento Regeneración Nacional, Sergio Pimentel; el exgobernador Fausto Vallejo Figueroa y la secretaria general de Morena, Yeidckol Polevnsky, fueron algunas de las figuras que galardonaron el evento.
Pasadas las 11:30 horas, con un recinto lleno de figuras políticas, militantes de la corriente morenista, medios de comunicación y trabajadores de la administración municipal, Raúl Morón Orozco salió al reflector a dar cuenta se los logros y fracasos que se han presentando en su primer año de gobierno.
Al tomar el escenario, el alcalde comenzó dando una reseña histórica de la lucha que grandes actores políticos realizaron por la ciudad de Morelia, destacando que su papel como miembro de la cuarta transformación sería fundamental para el creciemiento de la ciudad.
Reconoció que al llegar a la jefatura de la capital michoacana estaba al tanto de los problemas que la ciudad aquejaba; sin embargo, el camino a la solución de las problemáticas del servicio de agua potable, así como de vialidades, endeudamientos excesivos y problemas tapados como por “un dedo al sol”.
“No me intimidaba el peso de los problemas, porque los enfrentamos con el peso de la ley; sabíamos a lo que veníamos y a lo que nos enfrentamos”, mencionó.
El edil denunció las irregularidades que presentaba la administración, con una huelga sindical en el acceso al agua potable que parecía no tener fin; así como una serie de juicios y demandas laborales que aportaban a aumentar la deuda interna del municipio, pues estas mismas se resolvían con pagos estrafalarios a abogados privados que a decir de Morón, “sólo chupaban sangre de la cuenta pública”.
A razón de ello, la administración morenista destacó una política de cero corrupción en lo que confiere a las actuales gestiones que se realizan, pues ha sido de esta forma como se han podido generar ahorros que han sacado a flote las deudas del municipio.
Y es que, el munícipe aseveró que derivado a los ahorros generados por recortes en asistencialismo, pagos a terceros, “moches”, dádivas y robos descarados por parte de funcionarios municipales, la ciudad de Morelia se ha ahorrado al menos 178 millones de pesos, los mismos que serán utilizados en beneficio de la ciudad.
“La austeridad es la bandera de mi gobierno, porque no sólo las manos privadas son capaces de administrar el recurso municipal, lo que es de los morelianos debe llegar a ellos y de eso nos estamos encargando nosotros”, acotó.
En ese sentido, resaltó que debido a las pésimas políticas públicas, y a excesivos actos de corrupción de anteriores administraciones, el Ayuntamiento moreliano enfrenta en la actualidad auditorías, demandas, y procesos penales contra exfuncionarios que no habían hecho más que endeudar al municipio, por 323 millones de pesos.
Por lo que, como destacó que en el primer año de gobierno, habían reducido la nómina de la administración municipal; además de recortar los gastos operativos que a su parecer, sobrepasaban los excesos de una administración independentista que se decía sana y transparente.
Como resultado de dichos ahorros, el edil se enorgulloció de presentar su programa de iluminación Led, con el que además de sólo pagar 78 millones de pesos por la compra de las lamparas, esto a cuenta de los ahorros que generarán en el futuro, ayudará a mejorar la situación de inseguridad que aqueja a la ciudad.
Pues en tan solo seis meses se han colocado en la ciudad de Morelia y sus tenencias, más de 45 mil luminarias Led, que fueron compradas con un recurso ordinario de 100 millones de pesos.
Además, aseveró que una gran problemática a la que se enfrentó la administración morenista al llegar, fue una ciudad inundada en baches y vialidades deterioradas, en lo que se invirtió 103 millones entre bacheo, reencarpetamiento, riego de sello y pavimentación.
No obstante, raspando garganta, el alcalde reconoció que su tarea en la procuración de la seguridad de los morelianos ha sido deficiente, pues aunque subrayó que los homicidios culposos y la ola de violencia en la que se encuentra envuelta la capital michoacana no son su responsabilidad, desde su jurisdicción no han podido contener este grave problema que mantiene a la ciudadanía indefensa.
Culminando su Primer Informe de Gobierno, Morón Orozco se mostró feliz y orgulloso de sus logros y deficiencias, al tiempo que, cuando su candidatura a la gubernatura en 2021 salió a flote, el edil se limitó a responder que “por el momento estaban haciendo las cosas bien”.
Así pues, abandonó el recinto perseguido por medios de comunicación y algunos otros moronistas que aseguraban y vitoreaban que Morón era lo mejor que le había pasado a Morelia.
