Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Libertad una joven de 19 años fue rescatada al igual que 500 jóvenes, niños, niñas del Albergue de “La Gran Familia” de Zamora, en donde vivía en condiciones infrahumanas de hacinamiento, higiene y alimentación; sin embargo meses después regreso a vivir con su agresora Rosa Verduzco Verduzco.

“Mamá Rosa” o “La Jefa” recibió a Libertad cuando era pequeña, esto fue porque se portaba mal en el primer alberque al que llego con su hermano mayor, en el Estado de México cuando perdieron a sus padres, recordó Dulce María Barajas Levia, psicoterapeuta de la ciudad de Zamora quien ayudo a la realización de entrevistas y diagnostico de estado mental de los niños rescatados de esa Casa Hogar en el 2014 y posteriormente dio seguimiento periódicamente a al caso de la joven por algunos meses.

La joven de 19 años, vivió la perdida o abandono de su padre y de su madre, fue llevaba a un primer albergue y luego separada de su hermano al ser trasladada al Albergue de Mama Rosa donde fue maltratada y explotada y a pesar de los esfuerzos institucionales que el Sistema DIF Municipal y Michoacán le proporcionaron, no logró adquirir las habilidades para integrarse a la sociedad.

Luego de ser liberada la joven fue acogida por una familia de Zamora, “que no supo como tratarla”, guiarla en su proceso de adpatarse al mundo exterior, la presionaron y al final regreso al Albergue que Mama Rosa volvió a instalar y en vecindades de su propiedad, donde siguió recibiendo a niños que no sabían que hacer con su vida.

Es lo conocido, y para ellos los niños, niñas y adolescentes victimas de abusos en La Gran Familia, el mundo exterior fue más adverso, que donde estaban seguros o donde sobrevivieron, responde Barajas Levia, al ser cuestionada sobre el ¿por qué estos niños y jóvenes volvieron a vivir con su victimaria, Rosa Verduzco?

Con base en el diagnotico clínico que realizó la psicoterapeuta deduce que la dinámica social dentro de las paredes y rejas del Albergue “La Gran Familia” era de explotación y maltrato, en un sistema de jerarquías en el que los priviligiados recibian clases de musica, de canto o podían salir a la calle, y el resto solo estaban en las celdas, hacinados, sin condiciones higienicas y precaría alimentación.

“Libertad, está joven que fue rescatada, se sentía muy mal estando sola, después de estar tanto tiempo acompañada con tanta gente, tenía mucha ansiedad porque no sabía que hacer con su soledad, en un mundo desconocido y se comportaba como si aun estuviera presa, no se bañaba, si lo hacia era con el agua fría, no se cambiaba su ropa, no comía bien, no había interés para procurar su bienestar”.

La joven solía generar problemas, pero no era violenta, ni tenía maldad, refiere la psicoterapeuta. Se le intento conseguir un empleo, pero tenía mucho miedo de tener contacto con las personas.

“Le apoyaron para conseguir trabajo en una tienda departamental y no sabía como compartir, comunicarse con las personas o interactuar con ellos, le daban temor, se bloqueaba y abandonaba el trabajo”.

Esta joven, Libertad podría haber reconstruído su vida, con el apoyo de las personas, un ambiente favorable y paciencia, en el entendido de que adquirir las habilidades para compartir en comunidad, se logran en mucho tiempo y manteniendo por años la atención especializada explicó Dulce María Barajas.

En julio del 2014 el alberque ubicado en la cabecera municipal de Zamora fue intervenido por la Subprocuraduría Especializada en Investigación sobre Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República (PGR), luego de que se investigaron decenas de demandas de padres de familia que reclamaban les regresaran a sus hijos.

Aunque Rosa Verduzco fue detenida, con ochos cómplices por los delitos de trata de personas, perversión de menores, privación de la libertad, maltratos y abuso sexual, evadió la justicia apegándose al Acuerdo de Senectud y siguió dando asilo a jóvenes y niños, con el apoyo de personas y autoridades que consideran loable la labor que inicio en 1947. Murió a los 84 años por secuelas de diabetes en un hospital de Zamora en el 2018.