Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- La casa donde ahora se encuentra El Sol de Morelia es un espacio que está en la orilla oriente del casco histórico y, como tal, también tiene un pasado de fondo, el cual no ha sido documentado.
Y es que como señaló la historiadora Catalina Sáenz Gallegos, la investigación histórica de tipo doméstica, es decir, la que se enfoca en espacios como casas habitación, ha sido muy poco trabajada en la ciudad. Pero una forma de llegar al pasado fue mediante las personas que vivieron en la zona.
Una de estas personas es Hilda Villaseñor Méndez, quien de niña vivió en la zona y conoció a los ocupantes anteriores de la casa. Entonces, a mediados del siglo XX vivió ahí un presbítero llamado Gabriel Ibarrola Arriaga, quien fue el fundador del primer grupo de scouts que hubo en el estado.
En ese grupo, por cierto, convivió el que décadas después se convertiría en cardenal, Alberto Suárez Inda, junto a otros niños de entonces, como José Francisco Carrillo Ámbriz, un ingeniero que también vivió en la zona, junto a su familia, cuando era pequeño.
En entrevista, Carrillo Ámbriz echó mano de su memoria para dibujar el panorama tanto de la casa donde ahora está El Sol de Morelia como de las edificaciones vecinas. “Yo estuve aquí hasta la secundaria, me fui a hacer la preparatoria en México y luego hice la carrera en la UNAM”.
Entonces, hizo el siguiente cuadro de la zona, que era lo que existía en su época de infancia: “lo que me acuerdo es que donde ahora está el Bancomer, hubo una fábrica de hielo, las propietarias eran unas señoritas de Guanajuato, aunque de su nombre no me acuerdo; después está la casa donde ahora está El Sol, fue de la familia Ibarrola Arriaga, ahí vivía el padre Gabriel y ahí fundó el grupo 1 de scouts de Morelia”.
La creación de ese primer grupo de scouts ocurrió en 1948. Además, Carrillo Ámbriz mencionó que en la parte del fondo, que es la que da hacia la calle Aquiles Serdán, había consultorios médicos, “no sé si vendió, pero fueron construidos un área de servicios médicos”.
Además de fundar los scouts, Ibarrola Arriaga tuvo seis hermanos, fue capellán del templo de Lourdes e investigador, pues escribió un libro llamado Familias y Casas de la Vieja Valladolid. Este contiene la genealogía de varias familias y la historia de algunas casas de carácter histórico. Si bien Ibarrola Arriaga puso el origen de su apellido, no incluyó el pasado de la casa donde él vivió.
Pero gracias al personal que labora actualmente en El Sol de Morelia pudimos conocer algunos detalles de lo que sucedió con la casa después de que Ibarrola Arriaga viviera ahí. Las empleadas refirieron que después vivió una familia y luego la casa adquirió fines comerciales, pues fue convertida en una cafetería y discoteca llamada El Globo.
Luego, este medio llegó a ocupar la casa a principios de 1981, aunque El Sol ya existía en Morelia desde cuatro años antes, pero en una casa ubicada en la calle Aquiles Serdán.
El barrio de antaño
Ibarrola Arriaga era habitante de un barrio muy diferente al actual, pues donde ahora se ven, principalmente, oficinas y comercios de diferente tipo, era en la década de los cuarenta del siglo XX una zona habitacional. Al menos ese es el cuadro que bosqueja Carrillo Ámbriz con su memoria.
Él comentó que la propiedad contigua, donde ahora hay oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) “que fue de don Gregorio Gómez y familia”. La casa siguiente, dijo, perteneció a un hombre llamado Alfonso López, “el dueño de las zapaterías Bon Pas”; la propiedad siguiente, mencionó, fue de una señora llamada Mariquita Hernández, cuando ella murió, la familia rentó el lugar a la librería Porrúa y ahora está una empresa de servicios financieros.
La casa siguiente todavía es propiedad de la familia Carrillo Ámbriz, un lugar que dijo “cuando remodelé, me dijeron que la propiedad data desde 1760”. La propiedad contigua fue una capilla y luego una casa, que fue propiedad de Amalia Solórzano y en la que vivió Lázaro Cárdenas “cuando estudió aquí en Morelia la prepa, que fue en los años 49 y 50”.