El artista Jesús Machorro, quien desde niño sufre de una incapacidad motora, aprendió a pintar con la boca a la edad de 28 años, actividad que basa en la técnica de acrílico sobre papel y con la cual ha salido adelante pese a las dificultades que la vida le presenta; actualmente pertenece a la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, en calidad de becario, misma que lo ha apoyado en la difusión de su obra desde el año 2000.
“Yo busqué la ayuda, ¿qué se necesitaba?, eso era tener alguna discapacidad y saber pintar con el pie o la mano, y ver tus trabajos; si les gustan ya entras y si no, debes tomar clases para corregir. Yo entré luego luego, les gustó mi trabajo, mis colores, porque ya sabía”, dijo el conocido pintor moreliano, quien todos los sábados y domingos instala su galería abierta al público en el Portal Galeana del Centro Histórico de Morelia, frente a Catedral, de donde obtiene la mayoría de su recurso para sobrevivir.
Tengo muchas experiencias, ya son dos exposiciones nacionales y una internacional que me invitan con pintores como yo de todo el mundo; la última exposición fue en el año 2010, y aquí en Morelia he hecho exposiciones y a nivel nacional también, que han sido como 60, visité diferentes lugares de la República: Pachuca, Ciudad de México; Tepatitlán y Guadalajara, en Jalisco, y muchos otros; gracias a mis pinturas y a la institución ya he visitado casi la totalidad del país
Su pase a la asociación fue automático, ya que él con anterioridad había tomado clases de pintura con la boca desde 1996 en la Organización Pro Personas con Parálisis Cerebral, en la cual estuvo como miembro por un tiempo; sin embargo, afirmó que no pertenece a este sector, ya que su incapacidad no es cerebral, es motora.
Esta asociación proveniente de Suiza cuenta con una sede en la Ciudad de México, la cual se dedica a apoyar a personas con discapacidades motoras de todo el mundo, con el requisito de que hagan arte únicamente con el pie o boca; las obras de los artistas que forman parte de ésta son puestos a la venta, actividad que constituye la fuente de financiación. Históricamente tiene su origen en la incapacidad motriz de su fundador, Arnulf Erich Stegmann, pintor alemán que sufrió poliomielitis y quedó privado del movimiento de sus brazos, por lo que aprendió a pintar con su boca y comenzó esta organización internacional en 1957.
Machorro explicó que la asociación pide un catálogo de sus obras al año para escoger las mejores y ponerlas en exposición y venta, donde él presenta 12 pinturas, una por cada mes del año, las cuales tiene que enviar en el mes de junio a la sede en Ciudad de México, y luego ellos se encargan de mandarlo hasta Suiza.
Este artista del acrílico, con una trayectoria de más de 18 años en la pintura, ha logrado salir adelante, pero no sólo se dedica a esta actividad, él también es conferencista en las escuelas de todos los grados escolares, desde la primaria hasta la universidad, donde imparte talleres y pláticas.
Me pueden mandar llamar de las escuelas que lo requieran para que dé testimonio de vida para los muchachos, ahora sí que hasta los de kínder me pueden escuchar, los que mi inviten yo voy con mucho gusto a una pequeña muestra, para que aquellos jóvenes que digan que no pueden salir adelante sepan que sí, yo que tengo una discapacidad no me dejo vencer, y a eso también eso me dedico
La vida del pintor no ha sido nada fácil, simplemente el año pasado en estas mismas fechas, Jesús Machorro denunció el abuso por parte de la gerencia de una reconocida tienda de los portales del Centro Histórico de Morelia, donde exhibe sus obras desde hace ya más de 12 años con permiso del Ayuntamiento, pero esta sucursal no respetó el lugar; sin embargo, gracias al apoyo de la ciudadanía y a su fuerte comunicación con los medios de comunicación logró que se respetara su espacio. “La persona encargada me pidió disculpas y llegamos a un acuerdo; la gente me conoce y sabe que estoy ahí cada fin, mi recurso depende de eso”, dijo Jesús.
Finalmente, el pintor señaló que lo más difícil que le toca vivir es la discriminación que padece día con día en las calles, donde los conductores no respetan las rampas para discapacitados y como él usa una silla de ruedas y requiere que alguien lo esté transportando, esta problemática diaria se convierte en algo muy difícil.
Han sido muchas las veces que no tengo por dónde subir a la banqueta, hasta las patrullas no respetan las rampas; yo les pido que respeten porque uno nunca sabe cuándo las van a necesitar, ahorita ustedes están bien de sus piernas, y al rato, quién sabe, o algún conocido o familiar tal vez la ocupe
Para las instituciones educativas interesadas en recibir una plática del pintor Jesús Machorro, o las personas que estén interesadas en comprar una pintura, pueden comunicarse al número (443) 34 98 893 o acudir todos los sábados y domingos al Portal Galeana, donde exhibe sus obras este artista discapacitado.