MORELIA, Michoacán.- (OEM-Infomex).- Pobladores de la comunidad de Pamatácuaro, perteneciente al municipio de Los Reyes, denunciaron que alrededor de 30 familias han invadido las faldas del Cerro de Patambán (o Grande), con la intención de deforestar el área para vender dichos predios a particulares y, en el caso de la madera, entregarla presuntamente a integrantes del crimen organizado.
Tras manifestarse en la cabecera municipal de Los Reyes el pasado martes con la finalidad de exigir una solución a su problemática, advirtieron que de continuar la tala inmoderada del cerro y el cambio de uso de suelo se corre el riesgo de perder el único recurso natural generador del vital líquido y que abastece los seis cuerpos de agua que suministran a los más de seis mil habitantes de Pamatácuaro y municipios vecinos.
A decir de Josué Martínez Ramírez, integrante de dicha comunidad ubicada en la Meseta Purépecha, desde que comenzó la invasión del Cerro Grande se han perdido cerca de 100 hectáreas de bosque, gracias a la tala clandestina de los árboles, cuya práctica, dijo, la realizan de manera descarada a todas horas del día por lo que exigieron una solución pronta.
“Necesitamos que volteen a ver a nuestra comunidad para revisar este problema (…) son 20 o 30 familias que se han dedicado a agarrar terrenos comunales, hacer cambio de uso de suelo y revenderlos. La tala por el crimen organizado son comuneros que le entregaron a ellos directamente, ya saben cómo trabajar para vender la madera”, indicó.
Lo anterior, toda vez que tras reunirse con el secretario y síndica municipal de Los Reyes, ante la ausencia del presidente, César Quintero Palafox, no se planteó ningún tipo de solución, aunado a que esta problemática también, dijo, ha sido ignorada por la Secretaría de Medio Ambiente estatal.
Martínez Ramírez admitió que existe el temor generalizado de que pueda generarse un escenario de violencia por el ánimo de los comuneros de defender el patrimonio natural y la peligrosidad de quienes deforestan el Cerro Grande pues son personas regularmente armadas, por lo que exigieron el reforzamiento de la seguridad en la zona por del estado y la Guardia Nacional.