Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El 40 por ciento de los incendios forestales en la actual temporada han sido provocados, pero en ningún caso habrá autorización para cambio de uso de suelo, informó el gobierno de Michoacán en conferencia a través de la Secretaría del Medio Ambiente.
Su titular, Alejandro Méndez, detalló que ya se han registrado 383 conflagraciones afectando a 7 mil 963 hectáreas, principalmente en los municipios de Uruapan, Paracho y la capital del estado.
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La cifra, sin embargo, es baja respecto al año pasado, cuando a estas fechas ya se tenían 27 mil hectáreas devastadas, uno de los periodos más complejos considerando que entre 2018 y 2020 el promedio de daños se mantuvo por debajo de las 10 mil.
En la escala nacional, la entidad se encuentra en el tercer lugar por incidencias y el séptimo por superficie afectada, lo que incluye árboles adultos, renuevo, arbustivo, herbáceo y hojarasca.
Entre 2013 y lo que va de 2022, la cifra de hectáreas consumidas por el fuego ya alcanza las 104 mil 345, reconoció la secretaría. Alejandro Méndez detalló que el más reciente incendio en Uruapan, iniciado el 28 de abril, afectó a las comunidades de Santa Rosa, Arroyo Colorado y El Sabino, donde se dio un efecto “de copa”, el cual avanza más rápido en relación a cuando se propaga por el suelo, afectando de manera particular a bosques de pinos y encinos.
Para controlarlo, el gobierno instaló un centro de mando en coordinación con el ayuntamiento y los mismos agricultores y para el segundo día se sumaron dos brigadas de la Comisión Nacional Forestal, dos de su símil estatal, así como la brigada Delfines, compuesta por voluntarios del municipio.
Para el 30 de abril, tercera jornada con fuego en esos bosques, arribaron 150 elementos de la Guardia Nacional y se proporcionó un helicóptero del gobierno estatal, con lo cual se pudo contener el incendio en el Cerro de la Cruz.
La información oficial revela que se realizaron 40 vuelos de descargas de agua, mientras que la GN también apoyó con una nave para descarga de helibaldes. Las tareas descritas lograron controlar el fuego al 100 por ciento para el domingo 1 de mayo, con un saldo de 500 hectáreas afectadas en esa región.
La provocación del fuego en los bosques es una práctica común para posteriormente cambiar el uso de suelo y sembrar principalmente aguacate. Sin embargo, Méndez recordó que la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable prohíbe estas intenciones en la zona ya descrita para los próximos 20 años. “Ya tenemos detectado el lugar donde se pudo provocar el incendio y estamos por presentar las denuncias penales correspondientes ante la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente)”.
Por su parte, el titular de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), Rosendo Caro Gómez, recordó que hasta este lunes había incendios sin control en Quiroga y en los límites de Ziracuaretiro y Taretan, en el cerro del Cobrero, donde ejidatarios se han coordinado con el gobierno estatal que también brindó uno de sus helicópteros. En ambos casos, se esperaba que para el martes ambos estén sofocados.
No descartan presencia del crimen organizado
El presidente municipal de Uruapan, Ignacio Campos, señaló que los incendios comenzaron en la zona conocida como San Francisco, donde abundan las huertas de aguacate, además de que en el cerro de Jucutacato todavía no se hace el recuento de los daños.
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Reconoció que el sábado pasado recibieron una alerta ante la intención de quemar cerros en La Charanda y La Cruz, en La Basilia, pero pudieron actuar a tiempo para impedirlo y también interpondrán denuncias penales.
Alejandro Méndez aceptó que las causas de los incendios provocados siguen siendo la siembra de aguacate, un fenómeno que se ha extendido no solo en Uruapan, sino en otras regiones como Tuxpan, Zitácuaro, Hidalgo, Cotija y Zacapu, así como el sur de Morelia, aunque pidió esperar a las investigaciones para contar con más precisiones.
Lo secundó el fiscal del estado, Adrián López Solís, quien refirió que se tiene la sospecha de que “los grupos criminales ejercen acciones de distracción contra la autoridad; una para que el gobierno se encargue de contener los incendios, y otra para obligarnos a hacer presencia en donde ellos están en disputa”.