Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El ayuntamiento de Charo comenzó a ofrecer recorridos turísticos por algunas de sus principales edificaciones históricas, con el propósito no sólo de atraer visitantes nacionales o extranjeros, sino incluso generar el interés de sus propios habitantes en su riqueza patrimonial, en la que la religión juega un papel trascendental.
La directora de Turismo municipal, Gladys García, dijo en entrevista que a partir de esta administración encabezada por Salvador Cortés Espíndola, quien llegó al cargo por la vía independiente, se van a generar mejores estrategias en el ramo, pues a pesar de la infraesructutura y referencias con las que se cuenta, anteriormente no había inversión y ni siquiera se contaba con un departamento enfocado en el tema. La funcionaria reconoció que incluso muchos charenses ignoran su legado arquitectónico, a lo que se suma la variedad culinaria y los parajes naturales. “Vamos paso a paso”, dijo, al adelantar que en los próximos meses se darán a conocer recorridos enfocados hacia el ecoturismo, pero antes de ello se pretende que cada habitante sea “un embajador” que conozca muy bien su historia.
Los recorridos incluirán visitas a las capillas del pueblo, la Calzada, el Museo Charhaku y una ruta del mezcal que también integre a la gastronomía local. En cuanto al turismo de naturaleza, se pretende promocionar la experiencia de los vuelos en parapente y los viajes por la zona del Kilómetro 23. “Es una estrategia a largo plazo, con la meta de dejar los cimientos y que en 10 años se hable de un Charo turístico”, dijo García.
Este domingo el recorrido inició por el conjunto conventual, construido por religiosos agustinos en la región entre 1550 y 1758, cuando la administración religiosa pasó a manos del clero secular. De acuerdo a la maestra en historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Claudia Nohemí Ortiz Cortés, “es ejemplo de la arquitectura monástica ejecutada en el territorio novohispano durante el siglo XVI, pues conserva gran parte de los elementos pertenecientes a estas primeras décadas de evangelización”. Con todo y la actividad a lo largo de los años, el convento conserva la mayoría de sus elementos característicos, propios de los monumentos religiosos de la época, además de resguardar esculturas y pinturas de gran valor, sostiene la nicolaita.
Reunidos afuera del templo, un grupo de charenses y uno que otro turista escucharon detalles de la construcción, iniciada por Fray Pedro de San Jerónimo, primer prior del convento, y Fray Francisco de Acosta, quien concluyó la iglesia y mantuvo el techo de madera. Fray Juan de Baena concluyó los trabajos incluyendo una bóveda de cañón corrido y el primer cuerpo de la torre para colocar las campanas.
Jaquie Cortés, guía de turistas a cargo de la caminata, también compartió datos generales en la historia del pueblo, como la fundación del mismo sobre el cerro de San Miguel, pues los indígenas previamente a la llegada de los españoles los consideraban lugares sagrados. Aclaró que no fueron los purépechas sus primeros habitantes, ya que se trataba de un señorío integrado por migrantes principalmente de lo que hoy es el Estado de México. Fray Juan de San Miguel sería quien en 1530 llega al Charo prehispánico y nombra a un jefe pirinda, aliado de guerra que llegó como refuerzo desde el imperio Mexica.