Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- “El periódico viene siendo nuestra segunda casa, aquí pasamos horas, aquí estamos, aquí vivimos. Me ha tocado trabajar con muchos compañeros y he visto buena respuesta por parte de todos, sobre todo este equipo que ahorita me acompaña es uno de los mejores con los que me ha tocado trabajar. Cuando yo veo en la calle una persona con El Sol de Morelia, me da mucho gusto, porque veo que trae mi trabajo, lo está leyendo y está viendo el trabajo de nosotros”.
Celestino López Magos ha dejado 11 años de su vida en la rotativa de El Sol de Morelia. Ingresó a Organización Editorial Mexicana (OEM) en el año 2000 a laborar como chofer, pero es en 2011 cuando se va el prensista, que el entonces director le pide ingresar al área de impresión del periódico, donde empezó como observador de talleres y pasó al puesto de supervisor de tiro.
Su primer trabajo cerca de la rotativa era estar al tanto de que no hubiera “robo hormiga”; sin embargo, aprendió un oficio en peligro de extinción, al que considera mágico, pues un poco más o menos de tinta puede hacer la diferencia.
Cuenta que le costó conformar el equipo de trabajo con el que hasta ahora sacaba la impresión del periódico, personal que se fue reduciendo con el paso de los años, pues cuando él llegó al área en 2011; eran ocho personas las que sacaban el trabajo, ahora son cinco contándose él: Ramón, Fernando, Ángel e Iván.
Destaca el profesionalismo del área de impresión del periódico, pues anteriormente tuvo que lidiar con elementos que dejaban abajo el trabajo a la menor provocación complicando la salida en tiempo. Se dice listo para afrontar los nuevos retos en la OEM.
LOS GRANADAZOS, LA NOCHE MÁS DIFÍCIL
Durante el tiempo que ha estado en El Sol de Morelia, don Celestino considera que la noche del 15 de septiembre de 2008 fue la más larga que ha vivido. La madrugada del 16 de septiembre el tiraje que normalmente se distribuye se reimprimió tres veces.
La demanda de información era altísima tras el atentado con granadas a la población civil justo en medio de la ceremonia del Grito de Independencia que encabezaba en aquel año Leonel Godoy. Pasó largos minutos sin saber si su familia estaba bien, hasta que pudo ir a su casa y verificarlo para después volver al trabajo.
Fue impactante. Mi familia andaba en el Grito, oí los ruidos de las ambulancias, nunca nos imaginamos eso. Sólo íbamos a hacer la edición de El Sol de Zamora, cuando pasaba eso nos íbamos pronto a casa. Creíamos que a las 12:00 de la noche estaríamos en casa y nos fuimos hasta las 8:00 de la mañana. No tanto por esperar noticia, sino que aparte de lo que hicimos de edición, volvimos a repetir tiraje hasta en tres ocasiones, porque la gente pedía información, pedía El Sol de Morelia
Recuerda que su familia estuvo cerca de convertirse en noticia, pues estaban justo en la zona donde cayeron las granadas; sin embargo, alguien del grupo con el que iba su familia tenía hambre por lo que minutos antes de los hechos fueron a buscar algo de comer a los puestos de San Francisco. No se dieron cuenta de nada hasta que él fue a la casa a cerciorarse de que estaban bien.
“Primero se manejaba que habían sido bombas, pero como ese día en la mañana Leonel Godoy había repartido patrullas nuevas ahí en frente de Palacio, yo pensé que las andaban estrenando. Hasta que el jefe de Redacción me preguntó por mi familia, ‘nos avisaron que lanzaron unas bombas y hay varios muertos’. Yo vivo en la colonia Obrera, busqué la forma de ir rápido a buscarlos”.
LA CRISIS DE LOS MEDIOS IMPRESOS
A don Celestino no le toma por sorpresa la transición digital. El Internet es el competidor más difícil a enfrentar para la industria de los medios impresos que se resisten a dejar de existir.
“Nosotros hemos estado conscientes de todo esto, porque no sólo a nosotros nos ha pegado, le ha pegado también a la televisión, sólo que los medios electrónicos sí tienen la forma de también dar la noticia en el momento. Los medios impresos somos los más afectados, porque como tenemos un horario para vender la impresión, lo que sucedió hoy en la mañana, nosotros los presentamos hasta el otro día”, refiere.
Indica que los periódicos han tendido a reducir sus tirajes y sus compaginaciones ante la feroz competencia de Internet, caracterizada por notas informativas más cortas, pero confía en que seguirá habiendo lectores para la prensa escrita.
“Periódicos de renombre en Estados Unidos han tenido que cerrar porque ya no es redituable para los dueños. En Michoacán es muy visto, los periódicos líderes han dejado de ser líderes, han tenido que reducir sus tirajes, sus compaginaciones. El Internet ha venido a afectar. Nosotros llegamos a tener una compaginación de 80 páginas”, añade.
Don Celestino, un hombre de 54 años, con complexión robusta, siempre carga una sonrisa para todos. Saluda amable desde su escritorio o mientras limpia las máquinas con su gente. “Las cosas cambian en el periodismo; la campanilla que suena para el inicio del arranque de la rotativa no volverá a sonar en Morelia, pero saldrá un nuevo Sol, en Irapuato”.