Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).-Quizá has escuchado hablar sobre los huesos que muy rápido se rompen o se fracturan, muy conocidos como “Los huesos de cristal”, pues tiene un nombre y se denomina osteogénesis imperfecta; aquí te contamos de qué trata y por qué se genera.
La osteogénesis imperfecta es un trastorno genético en el cual los huesos se fracturan o se rompen con facilidad. La fractura o ruptura se presenta sin motivo aparente, lo que causa sorpresa en el paciente.
La osteogénesis imperfecta es causada por uno o varios genes que no funcionan bien en el organismo. Esto afecta la manera en que el cuerpo produce colágeno, una proteína que ayuda a fortalecer los huesos.
Tipos de osteogénesis y sintomatología
Existen dos tipos de osteogénesis: El tipo I es la forma más leve y más frecuente de osteogénesis imperfecta. El tipo II es la forma más grave. Los otros tipos presentan síntomas que se encuentran entre el tipo I y el tipo II.
Los síntomas también varían de una persona a otra, mientras una persona puede tener apenas algunas fracturas, otras pueden registrar cientos de fracturas en toda la vida.
La sintomatología más común es la siguiente:
Malformación o arqueamiento de los huesos largos; baja estatura, por debajo del promedio; piel a la que fácilmente le salen moretones; articulaciones laxas (flojas); debilidad muscular; esclerótica o parte blanca del ojo que parece azulada, morada o grisácea; cara con forma triangular; caja torácica en forma de barril; columna vertebral curva; colapso de las vértebras de la columna; dientes quebradizos, deformes o descoloridos; pérdida de la audición; problemas respiratorios y malformación de las articulaciones de la cadera.
Detección y tratamiento
No hay una prueba específica para la osteogénesis imperfecta; sin embargo, el profesional de la salud puede usar su historia clínica y familiar, un examen físico y radiografías para diagnosticarla. También podrían realizar un examen de colágeno o genético.
Lamentablemente para esta enfermedad no existe alguna cura, pero los síntomas pueden controlarse. Los tratamientos incluyen ejercicio, analgésicos, fisioterapia, sillas de ruedas, aparatos dentales y cirugía.
Es de recordar que el padecimiento puede presentarse tanto en menores de edad como en adultos de cualquier raza; tan sólo en Estado Unidos se tienen registrados 50 mil personas que padecen esta enfermedad.
Las personas diagnosticadas con esta enfermedad pueden mejorar su calidad de vida con una dieta saludable y realizar ejercicio adecuado según sea el caso.