Morelia, Michoacán.-(OEM-Infomex).- La noche de este 24 de diciembre no todos celebrarán la llegada de la Navidad en familia o con la dicha de paz, hay quienes lo harán sin la compañía de sus seres queridos y sin la libertad. Liliana G., es una de ellas, pues al día de hoy cumple su sentencia de 19 años en el Centro de Readaptación Social “Lic. David Franco Rodríguez”, cercano a la capital michoacana.
Ella se asume inocente del delito por el que presuntamente fue imputada, sin embargo y a lo largo de su internamiento no ha sido fácil librarse de odios y rencores, muchos de ellos por la falta de justicia y no haber estado allí, junto a uno de sus hijos, luego de la agresión sexual de la cual fue víctima.
La verdad es bien difícil porque aquí hay reglas, barreras que, por ejemplo si se te muere un ser querido no puedes estar dándole el último adiós (...) estando aquí me llegó la noticia de que habían violado a uno de mis hijos, me empecé a llenar de rencor pero aprendí a no cargar rencores, odios, todo hay que dejárselo a Dios
La Navidad para Liliana sólo quedará en el consuelo de “conectarse”, “porque a lo mejor sí estamos presas físicamente, pero espiritualmente no y se siente el contacto con los familiares aunque no estén aquí”, dijo la joven mujer para después invitar a quienes aún cuentan con su derecho a la libertad para que aprovechen la vida tratando de no cometer muchos errores.
“Este lugar para mí no es una cárcel es una segunda oportunidad que la vida me está dando, para el día de mañana que yo salga, salir fortalecida para mis hijos”, dijo en un tono de voz más aliviado e incluso resignado.
El caso de Liliana es uno de los 73 que del área femenil del cereso “Mil Cumbres” pudieran contarse, sin embargo, y pese a lo abrumador de las fechas, no todo fue gris, pues este martes tuvieron una comida especial, misma que a través de una donación, y de la que pudieron disfrutar de unas ricas corundas y refresco, platillo y bebida que no siempre está dentro del cuadro alimenticio otorgado al interior del penal.