Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La vida del candidato del Partido Verde a la alcaldía de Uruapan, Omar Plancarte Hernández, secuestrado esta tarde por hombres armados en Villa Jiménez, ha estado duramente marcada por la desaparición de sus dos hijos hace nueve años.
En febrero de 2012 los jóvenes, uno de 22 y otro de 24 años fueron secuestrados en Zapopan junto con tres compañeros universitarios por presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y policías municipales. Desde entonces, no volvió a saber nada de ellos. Luego de pasar por esta situación, decidió crear un movimiento de personas desaparecidas y se integró a la Red Eslabones por los Derechos Humanos.
En una reciente entrevista para un medio local, dijo que en su momento pidió el apoyo del gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, quien le respondió que el asunto se trataba de un delito federal, fuera de su competencia. Agregó que también solicitó el apoyo de la entonces senadora panista Luisa María Calderón, pero le negó la ayuda “solo porque mi apellido es Plancarte”.
Acusó además que la Fiscalía General del Estado (FGE) no le dio seguimiento al caso y que no ha habido avances en las investigaciones. El aspirante negó tener miedo luego de que secuestraron a sus hijos: “¿Por qué voy a tener miedo, si me pegaron donde más duele?”, enfatizó.
Los hermanos Plancarte desaparecieron la noche del 2 de febrero de 2012. De acuerdo a diversas notas periodísticas, aproximadamente a las 20:00 horas seis agentes de la Policía de Zapopan y una célula del CJNG ingresaron al fraccionamiento Jardines de Guadalupe. Supuestamente el encargo era secuestrar a cinco universitarios del domicilio marcado con el número 1427. Hubo testimonios y grabaciones de una tienda de conveniencia cercana, pero por miedo nadie proporcionó el material.
Días después fueron liberados tres de los cinco estudiantes, pero no los hermanos Omar y Miguel Plancarte Ramírez, de 24 y 22 años, respectivamente. Los sicarios cometieron una equivocación debido al apellido de los jóvenes, el cual relacionaron con el exlíder de Los Caballeros Templarios, Enrique “Kike” Plancarte, pero al final decidieron no devolverlos.
En vez de ello, de acuerdo al hoy candidato secuestrado, los mandaron a un laboratorio para producir metanfetamina, una droga muy controlada por el CJNG.
En Jalisco existe una ola de desapariciones forzadas de jóvenes desde hace años, donde el CJNG aparece como responsable.
Según diversos medios, la historia de los hermanos Plancarte revela esa modalidad, donde los jóvenes son reclutados para la elaboración de drogas sintéticas. Los presuntos ejecutores de la desaparición de los hermanos fueron Omar Espejo Flores “El Toro”, Ramón Álvarez Ayala “R1” y Rafael Álvarez Ayala “R2”. El primero fue detenido en 2014 y los otros dos en 2016. Aparecen como supuestos responsables en las averiguaciones previas 139/2012 y 33/2012, por órdenes de Danny Quintero, quien fue jefe de plaza del CJNG en Guadalajara.