Grabar los nombres “juntitos, entrelazados”es una prueba de que ahí estuvieron los enamorados, recita la conocida canción la “Ley del monte”, la cual, se ha convertido en toda una tradición en los árboles y magueyes que se encuentran en la ciudad.
Con ello, los que practican esta prueba de amor buscan perpetuar aquel idilio más allá de la vida, en especial si se considera que un árbol como el pino vive en promedio entre 400 y 500 años.
Si se busca que la prueba trascienda durante milenios, entonces habrá que buscar un olivo, ya que el más viejo se encuentra en España y se calcula que tiene mil 700 años de edad, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Los magueyes no son la mejor idea para perpetuar el grabado, ya que estas plantas mueren poco después de la floración, la cual puede ocurrir entre los 12 y 15 años, señala la propia dependencia nacional.
Los enamorados, también deben tomar en cuenta el compromiso que representa perpetuar su amor de esta forma, ya que en caso de rompimiento, no habrá forma de borrar la huella dejada en la naturaleza.