Tzintzuntzan, Michoacán (OEM-Infomex).- Antes de tomar una resolución sobre el futuro del monumento a los constructores, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla pidió al Ayuntamiento de Morelia que se reúna con las comunidades indígenas y se establezca una mesa de diálogo, esto para evitar más desastres como el ocurrido el 14 de febrero, cuando se echó abajo parte de la obra Los Constructores.
Desde mucho tiempo antes los indígenas habían pedido en reiteradas ocasiones su ree mplazo, porque consideraban racista la obra y símbolo de la esclavitud durante la colonia española.
En este tenor, el mandatario michoacano hizo un llamado al Ayuntamiento de Morelia a que considere que el monumento no forma parte de la declaratoria del patrimonio de la humanidad, “porque luego inventan que está en peligro el patrimonio; no, tampoco está en riesgo ningún otro monumento”, aseguró Ramírez Bedolla.
De acuerdo con el gobernador, la decapitación y derribo del cura Fray Antonio de San Miguel y el alarife pudo haberse evitado si antes se hubiera escuchado la voz de los inconformes, porque desde que se instaló hubo debates.
Puso de ejemplo que en la Ciudad de México, cuando se tuvo conocimiento de que estaba bajo amenaza el monumento a Colón, la ciudad lo retiró y lo salvaguardó: “esa fue una decisión acertada”, calificó.
Ahora, insistió, es decisión del Ayuntamiento de Morelia llegar a una determinación, “pero yo pediría que se tome en consideración a las comunidades indígenas, que se abra una mesa de diálogo antes de tomar resoluciones”.