Morelia, Michoacán. (OEM-Infomex).- Desde el 27 de marzo de 2020, los tres órdenes de gobierno han establecido diferentes mecanismos para desactivar la movilidad social con el objetivo de reducir los contagios del Covid-19. Pese a la publicación de decretos, campañas en medios de comunicación y llamados infinitos para quedarse en casa, lo cierto es que pocos han soportado el encierro.
En el caso de Michoacán, además de cancelar clases presenciales y suspender en diferentes momentos actividades no esenciales, el gobierno ha prohibido eventos que impliquen la reunión masiva de personas como conciertos, jaripeos, peleas de gallos y fiestas patronales.
También se estableció un aforo limitado para bares y antros, que igual aplica para funciones de teatro, visitas a museos y otras actividades artísticas y culturales.
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En el terreno religioso, las iglesias han cerrado sus puertas en los picos más altos de la pandemia y reabierto con medidas de distanciamiento, pero aún con ello son 10 los sacerdotes pertenecientes a la Arquidiócesis de Morelia los que han fallecido a causa del Covid-19.
¿Quién dijo miedo?
Sin importar que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, haya emitido un decreto en el que se establece una serie de medidas de distanciamiento social, en pueblos, rancherías y las ciudades más grandes de la entidad los eventos concurridos no se detienen.
Apenas la noche del jueves, en la tenencia Teremendo de Los Reyes se realizó un baile masivo encabezado por la banda Anhelo de Lauriano Calixto, mismo que reunió a cientos de personas que convivieron sin ningún tipo de medida sanitaria y sin que ninguna autoridad local, municipal o estatal impidiera el acto.
Pero este no es el primer show que estelariza Anhelo en el estado. Basta con ver su página de Facebook para constatar que también ha reunido a sus seguidores en Chucándiro el 1 de enero, en Jacona el 27 de diciembre, en Aranza el 19, un día antes en Ladera, el 10 en Cherán, el 5 en Arentepacua y el 1 en Turícuaro.
El pasado 6 de diciembre, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desactivó tres peleas de gallos en las colonias Unión, Gertrudis Sánchez e Ilustres Novohispanos de Morelia, mientras que el 11 del mismo mes elementos de esa corporación cancelaron un jaripeo y detuvieron a 8 personas por alterar el orden público.
En un resumen de trabajo entregado por la SSP el 29 de diciembre, se informó que desde el inicio de la pandemia en Michoacán se desactivaron 288 eventos de este tipo, donde prevalecieron jaripeos, bailes, peleas de gallos y fiestas de carácter privado con decenas de invitados.
En apenas una semana de este 2021, la policía estatal informó sobre la cancelación de diversas peleas de gallos en Tarímbaro, en la colonia Pino Suárez de Morelia y en Huandacareo, además de un jaripeo en El Zarate, municipio de Morelos. En cada uno de estos eventos, las fotografías permiten ver que no se recurrió a ninguna medida sanitaria.
Al antro sin medida
Con todo y que el gobierno de Michoacán creó un grupo de inspectores bajo el nombre de Guardianes de la Salud, cuya misión es verificar que establecimientos cumplan con las reglas de la Nueva Convivencia, distintos bares y antros de Morelia supieron sortear las revisiones y no acataron medida alguna.
Las clausuras parciales, amonestaciones y multas no intimidaron a dueños de estos aforos que hasta hace algunas semanas permitían llenos absolutos y cerraban hasta altas horas de la madrugada. Incluso, luego de que se prohibió su apertura para Navidad y Año Nuevo, varios se adelantaron para organizar fiestas el 30 de diciembre.
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Con estas muestras de resistencia social a los términos de la Nueva Convivencia, el estado ya acumula 34 mil 326 casos de Covid-19 y 2 mil 782 defunciones. De forma paralela, el sistema de salud reporta una saturación en 92% de los hospitales públicos y privados, y por si fuera poco, en Morelia y gran parte de la entidad hay escasez de oxígeno para pacientes que requieren atención inmediata.
