Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Aunque las celebraciones navideñas y de fin de año pueden ser ocasiones en las que se come en exceso comidas de alto valor energético con un alto consumo de bebidas alcohólicas, también es posible disfrutar los platos característicos de estas fechas con la incorporación de hábitos saludables.
Para las fiestas de fin año, se recomienda no consumir platillos típicos ricos en grasas, azúcares o condimentos, y en cambio sustituirlos por alimentos horneados, agua natural, tés sin azúcar y raciones adecuadas para adultos y menores, sobre todo en el caso de personas con enfermedades crónicas.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una alimentación saludable consiste también en medir las porciones: para los adultos, los alimentos se deben servir en un plato de 23 centímetros de diámetro y para los menores en uno de 19; ambos deben contener verduras, una cuarta parte comida de origen animal y el resto cereal o pasta.
Si padeces diabetes o hipertensión
Para las personas con diabetes o hipertensión, lo recomendable es que consuman raciones moderadas y privilegien la ensalada de verduras; de esta forma se puede mantener el control de los niveles de glucosa durante las cenas.
Es importante que la población considere si tiene alguna restricción médica o padece alguna de estas enfermedades para determinar si se pueden o no cenar algunos platillos en las festividades de fin de año.
Se sugiere seleccionar, por ejemplo, arroz o un espagueti que no contenga mucha grasa o mayonesa, alguna verdura o fruta, a fin de mantener la saciedad hasta el próximo tiempo de comida.
Colaciones saludables
Como colación vespertina, entre las 5 y 6 de la tarde, se recomienda consumir algunas semillas como cacahuates, pistaches, entre otras, para más tarde dar paso a la cena, la cual de preferencia debe ofrecer platillos bajos en calorías, grasas y azúcares.
Para estas fechas de fin de año una alimentación saludable incluye ingerir agua simple, aguas de sabor, como jamaica o limón endulzadas con algún sustituto de azúcar y no consumir jugos ni refrescos.
Otras opciones para sustituir al ponche tradicional, que contiene mucha azúcar, son los tés, a los que se pueden agregar algunas hierbas como menta o hierbabuena.