Morelia, Mich.- (OEM INFOMEX).- Además de causas naturales y estructurales, la problemática que cada año se presenta en Morelia a causa de las lluvias tiene su origen en la falta de recursos económicos para cubrir los elementos necesarios con los cuales sortear dichas circunstancias.
En declaraciones de Julio César Orantes, director del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Morelia , se necesitan por lo menos 10 mil millones de pesos para mejorar su infraestructura.
Es decir, hacer una reingeniería en la planta potabilizadora, ampliar la capacidad de tratamiento de las aguas residuales, renovar las redes de alcantarillado y agua potable, y mejorar la infraestructura para el control pluvial, entre otras cosas.
Es mucho, sobrepasa por mucho el presupuesto del propio Ayuntamiento de Morelia, ya no digamos del organismo
Recordó que para lograr una mejora notable hace falta la participación federal y aún así el panorama se prevé complejo.
Para este año, con los ajustes hechos al Programa Anual de Inversión, que cuenta con un techo financiero de 330 millones 214 mil pesos, se van a invertir 100 millones para 80 obras de control pluvial y generación de redes hidráulicas que iniciaron en abril.
Además de esto, se esperan en el transcurso del presente calendario, 270 millones de pesos del Fideicomiso del Fondo Nacional de Desastres Naturales. Por su lado, el secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública de Morelia, Sergio Adem Argueta, dio a conocer el inicio de la intervención de vialidades con riego de sello para evitar el desprendimiento de la cinta asfáltica o generación de más baches.
El funcionario especificó que para el programa de bacheo y prevención de daños por lluvias en las calles hay una inversión de 25 millones de pesos y hasta el momento van más de 30 calles y avenidas intervenidas.
De acuerdo a sus declaraciones, se necesitan por los menos 10 años, es decir, poco más de tres administraciones municipales para solucionar esa problemática, de la misma forma que una inversión de tres mil millones de pesos.
Dejó saber que el problema radica en aquellos baches que se forman con las lluvias, mismos que se tienen que atender de una manera directa y así poder prevenir que se conviertan en un gran problema a futuro.
Adem Argueta expresó que además del citado tiempo, el monto necesario para poder librarse de este mal es de tres mil millones de pesos, cantidad que es sumamente elevada con el presupuesto destinado este año para el citado rubro. Asimismo, el secretario añadió que en estos momentos se cuenta con un presupuesto de 22 millones de pesos para atender ciertas vialidades en la ciudad, mismas que se encuentran en la zona norte de Morelia.
Además comentó que de manera continua seis brigadas atienden las diferentes calles de la capital, pero se estima que ante la época de lluvias, las cuadrillas se dupliquen.
Para finalizar, celebró que gracias al acercamiento que tiene Morón Orozco con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se estima que se pueda ejercer un presupuesto de mil millones de pesos en obras de bacheo.
Panorama en gobierno anterior
En el tema de bacheo, así como de reencarpetamiento, y conforme a cifras oficiales, fueron poco más de 120 millones de pesos los que invirtió la administración de Alfonso Martínez Alcázar.
Según el expresidente municipal, en 2016 se atendieron 22 avenidas con 52 millones de pesos; en 2017 fueron 15 con 37 millones, y para el último año de su gobierno se llevaron a cabo labores en 19 vialidades con un presupuesto de 65 millones.
Entre los costos de operación del OOAPAS, de acuerdo a la administración de Martínez Alcázar, destacó el pago del servicio de saneamiento que proporcionan las plantas tratadoras de Aguas Residuales de Atapaneo e Itzícuaros, mismo que asciende, se dijo, a más de 110 millones de pesos al año.
Problemática sin fondo
Tanto especialistas como autoridades coinciden en apuntar que los encharcamientos e inundaciones en la capital del estado forman parte de su propia dinámica estructural.
Es así como lo muestra el constante crecimiento del área urbana, las condiciones de precariedad de la población, el incumplimiento de reglamentos y la carencia de una planeación adecuada que evite los asentamientos sobre zonas no aptas para uso urbano.
Las zonas más susceptibles de padecer los efectos de lo anterior son las cercanas a los ríos Grande y Chiquito, y algunas de la periferia de la ciudad. El mapa de Protección Civil indica riesgos de deslaves en el Cerro del Quinceo y las colonias Rafael Carrillo, Justo Mendoza, Ignacio López Rayón, Ampliación La Esperanza e Infonavit Hacienda de Tiníjaro.
Por inundaciones y encharcamientos se establecen 52 colonias con algún grado de posibilidad de afectación, mientras que el Programa de Desarrollo Urbano de Centros de Población indica un total de 32.
Finalmente, una solución real a esta penuria estriba en primer lugar en generar un Atlas de Riesgo, un plan de manejo hidráulico y un plan de contingencia hidráulica.
