Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- En la audiencia de juicio oral por el feminicidio de Jessica González Villaseñor, un perito de la Fiscalía General del Estado (FGE) demostró que la tarde del 21 de septiembre de 2020 hubo una comunicación constante y coincidencia en ubicaciones entre las líneas telefónicas de la víctima y su presunto asesino: Diego Urik.
Los abogados defensores del imputado pretendieron que la prueba no fuera mostrada, toda vez que consideran que es una intervención a las comunicaciones privadas, con lo cual se afectan los derechos humanos de su cliente. Sin embargo, el juez Ariel Montoya Romero no admitió la petición, pues se debió interponer en otra etapa del caso.
El perito informó que la línea utilizada por Diego Urik estaba registrada a nombre de su padre, mientras que la de Jessica tenía registro propio. Mediante la petición de rastreo a las empresas AT&T y Telcel, se pudo concluir que las antenas de ambos teléfonos se ubicaron en la zona de Altozano, donde de acuerdo a las investigaciones, ambos se habrían visto antes de que se diera el crimen.
Otra revelación fue que el celular de Urik estuvo en comunicación ese mismo día con el de su amigo Diego Sáyago, quien en otra audiencia declaró que atestiguó el momento en que el imputado cargó el cadáver de una mujer para tirarlo en un terreno al sur de la ciudad.
En la revisión de teléfonos se pudo saber que sí eran usados por Diego y Jessica, toda vez que se encontraron sus perfiles de redes sociales, mismas que tenían abiertas.
Otra de las líneas que se supo se comunicó con Urik fue la de Hanna, amiga del joven que ya también rindió su declaración en una audiencia pasada.