Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Habitantes de la comunidad Río Bello y Jesús del Monte evidenciaron las afectaciones que ha provocado al entorno natural la obra Campestre Puerta del Bosque Morelia, misma que aseguraron compromete la subsistencia del cerro Pico Azul y el manantial el Peral.
En un recorrido realizado por El Sol de Morelia junto a comuneros de la zona, se pudo percatar que ya existe un cambio de uso de suelo por lo menos en 12 metros que corresponde al acceso del lugar, así como la tala de árboles de diferentes especies como el pino, encino y tejocotes.
Julián López Chimal, quien radica en la tenencia de Jesús del Monte, expresó que la preocupación nace al observar que los encargados del proyecto que encabeza Alejandro Méndez López, ha ido derribando todo lo que encuentran a su paso, “para ellos puede ser mínimo, pero ya se trata de un cambio de uso de suelo”.
Y es que argumentó que una obra de este tipo les afectaría porque consiste en un camino de herradura por donde transitan los pobladores de Río Bello y Jesús del Monte, quienes acuden a este sitio debido a que se dedican a actividades como la recolección de resina y a la ganadería.
“Otra inquietud que existe es el tema del agua, ya que ésta se genera del manantial que le llamamos los Perales, ahí llega por gravedad y va a Jesús del Monte; nosotros creemos que se la pueden adueñar y eso va resultar un problema, pues aunque siempre ha atravesado diversas propiedades, se han respetado los acuerdos de asumir que es para el beneficio colectivo”.
Debido a los trabajos que ha acelerado el Campestre Puerta del Bosque Morelia, los escurrimientos naturales, como es el arroyo, ya han sido dañados, pues se ha cortado la corriente que desciende hasta Río Bello y que va a dar al Río Chiquito en la ciudad.
Acompañados también por Perfecto Elguero, Brìgido Martínez, Enrique Elías y Luis Pérez, quienes habitan la zona, El Sol de Morelia fue testigo de la flora que se preserva en este espacio natural, pues elementos como la doradilla, zarza, jara amarilla, limoncillo y variedades del maguey, son una constante en la montaña.
En cuento a la fauna, los pobladores se muestran intranquilos, ya que de contaminar el agua, especies como el venado, tlacoache, conejo y armadillo, se quedarían sin su fuente de vida y además, su hábitat se vería alterado.
“Ellos pueden decir que sus aguas negras las van a entubar, pero los proyectos en escritorios son muy bonitos” expresó Julián López Chimal, quien remató al señalar que “en nombre de la civilización, la destrucción de la naturaleza es inminente”.
Por su parte, Luis Pérez, quien habita en la comunidad de Río Bello, afirmó que pobladores ya han sido amenazados si no acceden a aprobar la obra que en teoría derivarían en unas “eco aldeas”, pero aseveró que el engaño se presenta desde que nunca se les dio detalles del proyecto y mucho menos se les informó que se colocaría una caseta de acceso.
Los comuneros añadieron que agotarán el diálogo con las autoridades, pero en caso de no ser escuchados, aseguraron que radicalizarán sus acciones, pues se dijeron convencidos de estar defendiendo a la vida.