Por horas, sin importar si es de día o de noche, los morelianos se las han arreglado para permanecer en las filas que se han formado en las estaciones de combustible en espera de que arribe alguna pipa que surta a la estación y éstas a su vez a sus vehículos.
Tal fue el caso de Cristian Zamudio, quien literalmente vio el amanecer en el interior de su vehículo mientras esperaba “tener suerte” y verse favorecido con el contenido de una pipa que fue descargada durante la noche en la estación que se encuentra en la Avenida Madero Poniente, en el acceso a la colonia López Mateos.
Estuve ahí desde las 9:00 de la noche, la pipa llegó pasadas las 12:00, pero la fila era interminable, yo inicié afuera del Bar Nachas, ya hasta me daban ganas de meterme en lo que me tocaba, me faltaban como seis carros para llegar y la gente comenzó a salir con las garrafas vacías. El combustible se había terminado
Pese a que no existe información acerca de que se vaya a contar con combustible en las próximas horas, Cristian permaneció formado desde las 7:00 de la mañana en una estación ubicada en la Avenida Periodismo, donde dice estar dispuesto a esperar todo el día si es necesario para poder cargar gasolina en su auto.
Caso similar fue el de Iván Villanueva, quien al anochecer del lunes decidió armarse con alimento, una cobija y una almohada para hacer fila en la estación de Mil Cumbres. Pasaron las horas y su objetivo no se cumplió, “me quedé porque ocupaba la gasolina, pero no valió la pena porque ni siquiera llegó la pipa”.
Aunque no se rinde y continúa su búsqueda en otras estaciones de la ciudad, ya se dice resignado a tener que caminar y hacer uso del transporte público en tanto no se regularice el abasto, sin embargo este último sector también se ha visto severamente afectado.
Fernando González, taxista, afirma que tiene dos días que no trabaja por la falta de combustible, y ayer amaneció en una de las estaciones ubicadas en la salida a Quiroga; en la espera hizo relación con un ciudadano de una camioneta, quien al ver que no lograron acceder al servicio, lo remolcó hasta la Avenida Periodismo, pues afirmó:
No sólo no he percibido nada en dos días, además ya no tengo ni una gota de gasolina y traigo sólo 400 pesos que son para surtir
Comenta que en la línea en la que trabaja hay 300 unidades, pero sólo la mitad de ellas trabaja y el resto se encuentra o resguardada o en las filas de las gasolineras. Pero no pierde la esperanza de acceder al combustible: “Aquí estoy en una zona estratégica porque hay cercanas al menos cinco estaciones, tengo esperanza de que en alguna caiga la gas”. (F)