Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- “Hay que ponerse en los zapatos de los demás, y recordar que quienes vivimos con discapacidad, también tenemos derechos”, fue la frase con la que Mariana Ramírez Duarte inició la entrevista, enfatizando en que las personas de talla baja demandan ser visibilizadas e incluidas en la sociedad michoacana.
La joven Mariana originaria de Morelia nació con la enfermedad de acondroplasia, una de las más de 450 displasias esqueléticas que hay descritas, y que se manifiesta clínicamente por talla baja con desproporción anatómica, macrocefalia (término médico de una cabeza de gran dimensión), acortamiento de extremidades y deformidades esqueléticas.
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Con tan sólo 17 años de edad, ya es vicepresidenta de la asociación civil “De la Cabeza al Cielo” una de las más importantes en la entidad, que brinda apoyos a las personas de este grupo poblacional.
Mariana creció en una familia y con personas que nunca la discriminaron por su baja estatura, al contrario, la arroparon para tener una vida como cualquier otra, sin embargo, la estudiante de preparatoria de cabello castaño ondulado, externó que la calle es muy cruel, porque es ahí donde ha recibido toda clase de insultos, burlas y señalamientos por su apariencia física.
“No falta el comentario lastimoso de alguna persona que se niega a reconocer que también hay otro tipo de población con discapacidad. No estamos preparados socialmente para utilizar el lenguaje correcto, y sobre todo respetar”, manifestó.
Con la aprobación de la reforma al párrafo segundo del artículo 48 de la Ley para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, Michoacán se unió a la lista de los tres estados de la República (Coahuila, Nayarit y Guanajuato) que incluyeron el escalón universal para personas de talla baja.
Lo anterior significa que todas las dependencias públicas e instituciones privadas están obligadas a contar con al menos un escalón universal, con características de diez centímetros de alto, 20 de ancho, 40 centímetros de amplio y dos peldaños.
Para la fundadora de la asociación civil, la reforma es un avance importante: “para nosotros representa una lucha de muchos años” y confió que esto “empezará a mover las cosas”.
El principal obstáculo que presentan las personas de talla baja es la accesibilidad a la infraestructura para realizar trámites, o recibir información en las instituciones gubernamentales, puesto que la mayoría están diseñadas para personas de estatura promedio.
Como persona de talla pequeña señala Mariana “queremos que sea obligatorio un banco, así como lo son las rampas para discapacitados y el lenguaje braille, es algo tan sencillo, que incluso en cualquier centro comercial se puede comprar “.
Recordó que, durante la pandemia, cuando era obligatorio tomarse la temperatura y ponerse gel antibacterial para entrar a cualquier centro comercial o tienda de autoservicio, la medida de los termómetros y el gel eran “todo un caos, por qué estaban muy altos, tenía que saltármelos o me ayudaban con una silla para alcanzar”.
Cabe destacar que las personas de talla baja generalmente no son más altas que 1.5 metros de altura adulta. El rango de altura promedio es de 81 centímetros a 1.34 metros.
En Michoacán, no existe un padrón o un registro que indique el número de personas de talla baja, ya que ni siquiera el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cuenta con un censo demográfico.
Sin embargo, Mariana Ramírez Duarte dió a conocer que de acuerdo a la información recabada por la asociación “De la Cabeza al Cielo” se estima una población de entre 300 y 500 michoacanos con acondroplasia.
Según datos de la organización Little People of América y de la Fundación Gran Gente Pequeña de México, A.C, la acondroplasia es la más común de las displasias óseas que se da en aproximadamente una de cada 25 mil personas.
A la buena voluntad
Las personas de talla baja que históricamente han sido vulnerados e invisibilizados, dependerán de la buena voluntad del ejecutivo para hacer valer sus derechos humanos, entre ellos, que cada área de gobierno cuente con un escalón universal.
No obstante, la iniciativa recién aprobada por el Congreso local no estipula una partida presupuestal para su adquisición.
El diputado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Víctor Zurita Ortiz informó que la compra del escalón no representará para las dependencias o instituciones privadas, grandes cantidades de dinero, porque su precio puede oscilar de 800 a mil pesos, e incluso existen escalones muy austeros con sólo un peldaño integrado, pero que para la gente de talla baja son de gran relevancia.
En el caso del congreso, el legislador precisó que se comprarán al menos dos escalones, porque la mayoría de los escritorios no son muy altos como en otras instituciones, sin embargo, se hará uso del recurso con el que cuenta el legislativo.
La ley recién aprobada entrará en vigor una vez que ésta sea publicada en el Periódico Oficial del Estado de Michoacán para que las 84 dependencias estatales, las 125 ventanillas de la Secretaría de Finanzas y las 220 oficialías del Registro Civil cuenten con los escalones universales.
Carolina Rangel Gracida, secretaria de bienestar en Michoacán, reconoció que aún se desconoce si la dependencia a su cargo será la encargada de destinar una partida presupuestal específica para la compra de los escalones en la entidad, ya que apenas se hacen las valoraciones con las asociaciones de personas de talla baja.
Por lo que en un primer momento, lo que se hará es únicamente un llamado a todas las demás instituciones gubernamentales para que cumplan con lo estipulado en la ley.
“En este momento no contamos con toda la información, porque lo estamos revisando, y sería valorar los recursos de los escalones en la programación de presupuesto 2023”, dijo Carolina Rangel.
Lo que dice la ley
Esta ley pretende que con el Escalón Universal, las personas de talla baja puedan tener alcance en ventanillas, en baños, oficinas, supermercados y en cualquier espacio público en donde exista una barrera que les impida desempeñarse en igualdad de condiciones.
Este escalón, puede estar fijo a manera de escalón escalera o plataforma, también puede estar empotrado a las instalaciones como parte de la construcción o puede ser móvil como un banco o taburete o cualquier accesorio que se pueda quitar o poner en el espacio, es de no ser parte de la construcción.
Aunado a lo anterior, es importante señalar que el Escalón Universal es un artefacto que no implica un presupuesto oneroso que haga difícil su cumplimiento para favorecer la inclusión de las personas de talla baja.
De tal forma se adiciona un segundo párrafo al artículo 48, a la Ley para la inclusión de las Personas con Discapacidad en el Estado de Michoacán de Ocampo, el cual queda de la siguiente forma:
Artículo 48. Las personas con discapacidad tienen derecho a la accesibilidad universal y a la vivienda, por lo que, en las instalaciones públicas o privadas, para poder permitir el libre desplazamiento en condiciones de igualdad, dignidad y seguridad se deberán observar las normas, lineamientos y reglamentos que garanticen su accesibilidad.
Para asegurar la accesibilidad en la infraestructura básica, equipamiento o entorno urbano en los espacios públicos y privados al uso público, se atenderán los principios del diseño universal y se incluirán ajustes razonables como el del escalón universal.
Las dependencias y entidades competentes de la Administración Pública Estatal y Municipal vigilarán el cumplimiento de las disposiciones legales que en materia de accesibilidad, desarrollo urbano y vivienda se establezcan.
Los edificios públicos deberán sujetarse a la legislación, regulaciones y Normas Oficiales Mexicanas vigentes, para el aseguramiento de la accesibilidad a los mismos.
