Entrevista con Héctor Daniel Pérez Aguilera; Cine de terror y leyendas mexicanas

“Es el primer acercamiento al género que hacemos como productores, lo que nos encantaría repetir, aunque siempre se batalla con los presupuestos para hacer algo de calidad y no caer en el homenaje al cine B”

Francisco Valenzuela | El Sol de Morelia

  · jueves 9 de abril de 2020

Foto: Cortesía AFF

Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- “La que se arranca las piernas”, o “la que se destornilla las piernas”. Tal es el significado de Mometzcopinqui, la película de terror dirigida por Héctor Daniel Pérez Aguilera que obtuvo el premio a Mejor Cortometraje de Ficción en el primer capítulo del Animal Film Festival en 2019, evento que recientemente ha dado a conocer la convocatoria rumbo a la segunda edición.

Rodada en 2015 y luego de pasar por varios festivales del género, entre ellos el casi extinto Feratum, la cinta aborda una leyenda contada en Tlalpujahua, en la cual un taxista atropella por accidente a un guajolote; luego de ello lo levanta y piensa que está listo para ser la cena, pero su sorpresa es que cuando lo mete a su casa se convierte en una mujer extraña, un ser maligno. “El hecho de quitarse las piernas nos conecta con el nahualismo, pero como no encontramos los suficientes datos para realizar un documental, decidimos llevarlo al terreno de la ficción”, cuenta el también productor de mappings y animación. Afirma que tras producir el corto, pero sobre todo después de platicar con habitantes de Tlalpujahua, comprendió de mejor forma a las culturas limítrofes, en este caso la azteca y la purépecha:

Foto: Cortesía AFF

Al ser un pueblo que está los límites de dos estados, su riqueza histórica y de leyendas es muy amplia

En los primeros años, Mometzcopinqui acudió como corto en competencia de varios festivales, además de que formó parte de una muestra de cine michoacano en Madrid en 2019. Tras esas experiencias, sus productores pensaron que quizá había terminado su ruta de exhibiciones, pero cuando se dio a conocer que ganaban el Animal Film Festival, resultó un nuevo brío de cara a proyectos futuros.

Al cuestionarle cómo aprecia la manera en que el cine mexicano ha explotado este tipo de leyendas ancestrales, Pérez Aguilera sostiene que, en general, nuestro país ha dado pocos casos de facturas de calidad en este género, y cita tanto a Carlos Enrique Taboada (Hasta el viento tiene miedo) y Juan López Moctezuma (Alucarda).

“Tener de vecino a Estados Unidos nos hace consumir mucho su forma de construir terror, y de paso hay quienes le copian la fórmula. Con el corto la idea era buscar una conexión con nuestras propias raíces, incluso ser didácticos, identificarnos con nuestra historia más allá de la Noche de Muertos. Me inspiré mucho en el género epistolar, como el caso de Drácula, que se basa en la escritura de cartas; esto te da una cronología mental que te ubica mejor en el contexto de cada historia”.

Pérez recuerda que al momento de armar este relato quiso plantear la posibilidad de que incluso los más escépticos crean en las leyendas rurales que se cuentan en los pueblos. De ahí que el protagonista de la historia sea un científico que se enfrentará con bestias lejos de su comprensión.

Cuando se desmorona el conocimiento, cuando se duda de la ciencia, llega la historia de ficción, hay un nivel de exotismo en el personaje y justo era a lo que pretendía llegar, sin caer en los clichés

Se asume como consumidor de cine de terror, desde los clásicos ochenteros que veía en su videocasetera sin que faltaran los libros de vampiros. “Es el primer acercamiento al género que hacemos como productores, lo que nos encantaría repetir, aunque siempre se batalla con los presupuestos para hacer algo de calidad y no caer en el homenaje al cine B”.

¿Cómo convencer al público que está frente a la pantalla? Al cuestionarle qué tan complejo es llegar al punto de lograr el miedo y la sorpresa en el espectador, Pérez Aguilera acepta que en Mometzcopinqui hubo muchos temores entre sus realizadores, “teníamos la duda si la construcción del ser maligno iba a funcionar, si la gente lo tomaría en serio o a broma, que es el peor de los escenarios en este género, pero luego de asistir a las funciones creo que lo hicimos bien, pues logramos despertar el interés por la leyenda entre quienes lo vieron. Sandra Rangel estuvo en la dirección de actores y estamos convencidos que se hizo un buen trabajo, pues nunca lo construimos pensando en efectos como el llamado jump scare, muy recurrente en el cine comercial”.