Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Familia y amigos de Jessica González Villaseñor decidieron que una manifestación silenciosa, pero con un fuerte reclamo a las autoridades judiciales, era la forma de recordar que hace dos años fue encontrado el cuerpo de la joven que apenas tenía 21 años de edad y comenzaba una carrera como docente.
En la plaza Melchor Ocampo, a un costado de Catedral, se colocó un tótem como los que promueven al turismo, pero con la leyenda "Michoacán Feminicida", recordatorio de que este caso sólo es una muestra de muchos más que se acumulan cada año en la entidad.
La congregación estuvo encabezada por madre, padre y hermanos de Jessica, siendo Cristo González quien tomó el altavoz para recordar que en este lapso han sido revictimizados con un proceso lento y burocrático. Trajo a la memoria aquel día en que levantaron la denuncia por la desaparición, con la respuesta de un agente de la Fiscalía en el sentido de que "seguro andaba por ahí con un hombre".
En este periodo, dijo Cristo, "hemos librado batallas para que las autoridades hagan su trabajo y nos hemos encontrado con leyes estúpidas, con diputados ineptos y cero empáticos".
También relató que en el proceso la misma familia ha recibido burlas de los abogados y parientes del imputado en el crimen, Diego Urik, y lo han hecho frente a un juez que sólo puede poner algunas multas y amonestaciones.
Sobre el joven de 20 años que permanece preso en Mil Cumbres, Cristo González apuntó que "vive como un rey en un presunto centro de readaptación social, con comunicación directa vía WhatsApp y redes sociales".
Por último, se reclamó que instituciones como la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, la Secretaría de la Igualdad Sustantiva y la Comisión Estatal de Atención a Víctimas no los hallan auxiliado como es su obligación, por lo que prácticamente han librado solos la batalla para que se haga justicia por el feminicidio.
Jessica González Villaseñor fue asesinada el 21 de septiembre de 2020 y su cuerpo fue encontrado cuatro días después en un predio de Bosque Monarca, en Altozano. Hasta el momento el único imputado es Diego Urik, quien enfrenta el proceso de juicio oral que lleva menos de dos meses de haber iniciado y al cual le restan al menos 80 pruebas más por desahogar.