Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- En Michoacán se tienen catalogadas 271 especies que enfrentan algún nivel de riesgo de sobrevivir, 207 son de fauna; 54 flora y diez del reino fungi u hongos, así está clasificado en el Estudio de Estado, publicado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), donde también se establece que Michoacán es una de las cinco entidades con mayor diversidad, porque alberga 224 de las 405 especies endémicas del país, es decir, nuestro estado es hábitat para más de la mitad de las especies nativas nacionales.
Tan solo en el Zoológico de Morelia hay un resguardo de 40 especies de mamíferos y aves que están en peligro de desaparecer, entre ellos se encuentra el lobo mexicano y el águila real, de acuerdo con su director, Julio César Medina Ávila, este es un reservorio donde se preservan muchas especies que, actualmente, en su hábitat natural es difícil que sobrevivan.
“Tenemos que transitar a la reinserción de las especies de animales a su hábitat, en algún momento tenemos que lograrlo, ya se hizo así con la recuperación del lobo mexicano, que se creía extinto, pero gracias a las labores de zoológicos en todo el país hoy existen grupos de esta especie que se han dejado en libertad para su preservación”.
Por su parte, Arnulfo Blanco, investigador de la UMSNH, trabaja en la selva baja de la región de Churumuco para la preservación de las Guacamayas Verdes, la comunidad El Chocolate se apropió el trabajo de preservación y hoy tienen en sus reservas ecológicas ejemplares de jaguares, pumas, linces y otras especies de mamíferos amenazados por los cazadores furtivos.
A pesar de la importancia biológica que tiene la entidad purépecha las políticas ambientales no han estado a la altura para lograr la preservación ecológica necesaria, una de las mayores amenazas para la extinción de especies es la devastación forestal de selvas y bosques que genera el cambio de uso de suelo.
Para 2019 en Michoacán se reporta como causa de los impactos del deterioro ambiental y su relación con la pérdida de la biodiversidad, las actividades agrícolas y pecuarias no sostenibles, el crecimiento urbano sin planeación, los incendios forestales, la minería, la introducción de especies invasoras, la contaminación de los cuerpos de agua y el cambio climático.
Arnulfo Blanco García es miembro de un programa de rescate ambiental en el municipio de Churumuco, donde por su agreste geografía, la lejanía de los principales centros urbanos y la presencia de grupos criminales, hacen posible que en la zona existan todavía especies exóticas en su hábitat natural.
“Tenemos más de diez años en que diferentes investigadores nos hemos sumado al rescate de la guacamaya verde, incluso fueron los pobladores de la comunidad El chocolate, los que iniciaron con estas tareas, luego ellos pidieron apoyo de la academia y hoy se han apropiado de la tarea de conservación ambiental; se creía que en nuestro estado ya habían desaparecido mamíferos de tallas grandes, como el jaguar o el puma, pero en estos lugares tenemos evidencias de la recuperación paulatina de estas poblaciones”, expuso el investigador.
Actualmente se lleva a cabo un monitoreo comunitario en tiempo real de la Guacamaya Verde (Ara militaris) en nueve localidades de la región del Bajo Balsas, El Chocolate, Cunuato, Los Copales, Nuevo Centro, La Vinata, Huatzirán, Palma de Huaro, San Francisco de los Ranchos y Mata de Plátano, esto mediante el conteo simultáneo de individuos que permita identificar si existen migraciones temporales de la especie, así como detectar las rutas migratorias a escala regional.
Como parte de estos trabajos se ha llevado a cabo la colecta de semillas para la propagación de especies arbóreas nativas que los pobladores se han percatado son parte del hábitat o de la dieta de la Guacamaya Verde, o que se encuentran en alguna categoría de riesgo acorde a la legislación mexicana.
De acuerdo con el Estudio de Estado, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México, Michoacán tiene una situación ambiental preocupante donde el 19% del territorio se encuentra en estado crítico, sus poblaciones tienen graves problemas socioeconómicos y el modelo económico minimiza el valor de los recursos naturales y los servicios ambientales; el 60 por ciento de peces de agua dulce están en peligro de extinción, y el 100% de los sistemas acuáticos están perturbados.
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En las regiones de Tierra Caliente y Costa, donde predomina el bosque tropical subcaducifolio; existen 16 las especies sujetas a manejo, entre las que se pueden mencionar el venado (Odocoileus virginianus), el pecarí de collar (Dicotyles tajacu), la chachalaca (Ortalis vetula) y tres especies de mangle.
