Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- "Joel Garcidueñas Gómez, de 37 de años de edad, es un michoacano que ha vivido en carne propia la discriminación por su tono de piel moreno.

Originario de Lázaro Cárdenas, este arquitecto vive en Morelia desde hace más de 19 años. Su caso es emblemático, porque ha padecido una discriminación que si bien es cotidiana, la misma sociedad no la reconoce como tal debido a que la ha introyectado.

Garcidueñas cuenta a El Sol de Morelia que cuando va por las calles, la gente lo observa con temor sólo porque es de tonalidad morena.

Incluso, señala que las personas, sean mujeres, hombres o adultos mayores, se cambian de acera porque creen que los va a “asaltar” o los va a golpear, esto, porque se cumple con la imagen de alguien que los puede agredir o hasta violentar sexualmente.

“Lo clásico de esta discriminación a la que me refiero, es que cuando voy a las tiendas departamentales, los guardias me vigilan más, me siguen todo el tiempo, me ven con mala cara o creen que por ser moreno, no tengo la capacidad de comprar en tiendas normales o cierta marca famosa. De igual manera, cuando voy por las calles el trato de la gente hacia mí es muy diferente a alguien de tonalidad blanca”, resalta el joven arquitecto.

También menciona que es muy cotidiano ser discriminado por el personal cuando acude a realizar un trámite de gobierno, ya que en las ventanillas le ha tocado que le rechazan el servicio sin que se genere alguna explicación. Lo mismo pasa en las instituciones bancarias, donde los trabajadores le complican los servicios y no le dan las facilidades para concretar el trámite.

Mientras que Hernán Jiménez García, un joven perteneciente a la comunidad LGBTTTIQ+, manifiesta que la discriminación es muy cotidiana por las calles, en espacios privados e incluso en su propia familia por tener una orientación diferente, pues explica que no es tomado en cuenta y muchas veces es ignorado por personas que son muy cercanas a él.

Las miradas, las burlas o las frases de “eres joto”, “camina como hombre” o “te voy a desaparecer”, son los comentarios que diariamente recibe en redes sociales o cuando se encuentra con su pareja en un lugar público.

“Lamentablemente, todavía mucha gente ejerce la discriminación contra quienes pertenecemos a la comunidad. A veces son comentarios, a veces no nos dejan entrar a lugares heterosexuales, o simplemente las miradas hacen que no seamos aceptados. Yo vivo diariamente con ello, y aunque es doloroso, trato de siempre sonreír, verle el lado positivo a la vida y hacer que no me perjudique en mi vida ni a la de mi pareja”, expone el joven, quien mandó el mensaje a todos los pertenecientes a la comunidad, en el sentido de ser libres y no permitir que la discriminación los devuelva al clóset.

LEYES INÚTILES

El investigador y director de la Clínica de Litigio Estratégico de Derechos Humanos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Gumesindo García Morelos, relata que el marco jurídico del estado como la Constitución, los tratados y leyes para combatir la discriminación son de “primer nivel”.

Recuerda que por ejemplo a nivel local se cuenta con la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia, misma que desde su visión tiene medidas importantes, como la prohibición del rol de género y de la discriminación en contra de los poderes y contra particulares; la Ley General de Inclusión de Personas con Discapacidad, en la que se señala el lenguaje en braille, de señas, los perros guías, y acciones positivas afirmativas, como es el caso de las personas con capacidades diferentes para incluirlas en la vida laboral.

García Morelos, asegura que en Michoacán actualmente no hay una política de inclusión ni de no discriminación, porque ninguno de los Ayuntamientos cuentan con ella, ni mucho menos cumplen en torno a las acciones positivas afirmativas, ante lo cual, acusó que existe una “omisión” muy grave no sólo de las autoridades municipales sino del propio gobierno estatal.

El profesor investigador de la Casa de Hidalgo, evidencia que en la entidad hay un problema generalizado en cuanto a ser discriminatorios en temas de salud pública y en discapacidad en niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y Síndrome de Down, generando violencia escolar en escuelas públicas y privadas, situaciones que se deben a que ninguna autoridad aplica medidas administrativas y legislativas que permitan erradicar la exclusión.

“Las personas con discapacidad no cuentan con una política real, y la Ley General de Inclusión establece que la mujer con discapacidad debe tener una tutela reforzada de inclusión laboral; lo que debe propiciar la ley no es que les den becas sino que la personas se sientan útiles y tengan independencia laboral”, remarca el especialista.

LAS CIFRAS

Yolanda Guerrero Barrera, directora general del Consejo Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia en el Estado (Coepdredv), da cuenta de que en Michoacán continúa muy arraigada la discriminación en la sociedad, misma que no ha podido eliminarse por completo pese a las campañas y los trabajos de difusión y concientización que se llevan a cabo no sólo para el personal en las dependencias del gobierno, sino también en las escuelas de todos los niveles educativos, donde, mencionó, se presentan el mayor número de quejas.

Revela que de acuerdo con sus cifras, en Michoacán dos de cada cinco personas sufren discriminación por su color de piel, orientación sexual o discapacidad.

El estado se ubica en la posición número 16 a nivel país, por debajo de la media nacional de un 23.7 por ciento.

Guerrero Barrera, considera que la entidad no se ubica entre los primeros lugares, ya que los estados donde se ejerce mayormente la discriminación son los que se ubican cerca de las fronteras, ya que ahí, legan otras culturas.

“Nosotros en Michoacán nos encontramos en una área del Estado de la República que todavía tenemos usos y costumbres en muchas de nuestras comunidades y eso nos ayuda mucho a preservar nuestros orígenes”, destacó.

REQUERIMIENTOS

Tan solo el año pasado y en lo que va de este 2023, el Consejo ha recibido un total de 50 quejas por discriminación y violencia en Michoacán.

Las principales causas que han denunciado los ciudadanos son la orientación sexual, condición de salud, la edad, la apariencia física, discapacidad motriz, acceso a la educación y por el tema laboral. Los municipios de donde se han recabado las quejas son Morelia, Uruapan, La Piedad, Lázaro Cárdenas, Sahuayo, Quiroga y Apatzingán.

En tanto, Guerrero Barrera señala que del 2017 al 2022, acudieron a la dependencia un total de 429 personas, de ese número, dijo que se generaron 285 controversias, lo que representó un 81 por ciento de resoluciones y el 27 por ciento se resolvió por audiencia de reconciliación.

En este tenor, abunda en que la mayoría de los temas se dirimen con el diálogo y la atención.

La funcionaria confirma que la principal discriminación que reciben es en el ámbito laboral, principalmente entre compañeros, luego entre trabajadores y sus jefes y posteriormente laboral entre funcionarios públicos y la sociedad en general. En segunda posición, menciona el escolar con el bullying, así como la discriminación que se ejerce con niños y niñas trans o con una preferencia sexual diferente.

“Recientemente atendimos un caso una niña trans con autorización de sus padres, ella venía de otro estado y llegó a Michoacán a una escuela federal, y pese a que traía todos sus documentos, los directores y profesores le exigieron a la niña ponerse el uniforme de niño, además de que tampoco la dejaban entrar a los sanitarios de niñas, siempre la separaban, al grado de cesarla. Su mamá acudió con nosotros y logramos que se le reincorporara y respetara sus derechos”.

En cuanto a la discriminación en el ámbito laboral, la directora del Coepredv, apunta que el sector más afectado es el de la discapacidad, porque a pesar de que son personas estudiadas con maestrías y doctorados, no les otorgan el empleo porque están en sillas de ruedas, muletas o alguna discapacidad motriz.

En la entrevista, la servidora pública narró otro caso emblemático que llegó al Consejo, relacionado a una persona de origen africano con nacionalidad mexicana, quien llegó a Morelia por cuestiones de trabajo. El joven acudió a la Central Camionera de la capital, y al formarse para comprar el boleto, la empleada lo rechazó sin pasarlo a la ventanilla solo por su tono de piel, al grado de impedir que pudiera obtener el boleto.

“A pesar de que era el primero en la fila, fue discriminado. Nosotros intervenimos, porque vino a presentar la queja y pudimos reparar el daño”, añade.

Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), registró el año pasado un total de cuatro quejas por discriminación y cuatro quejas en lo que va de del ejercicio 2023, principalmente hacia personas con discapacidad y población de la diversidad sexual.

El organismo emitió recomendaciones a las Secretarías de Educación y de Salud estatal, ya que es donde se registraron los hechos de discriminación contra estos dos sectores de Michoacán, sin embargo, aún están en trámite.