Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Un total de 15 familias han buscado en lo que va de 2023 el refugio en la Iglesia tras ser víctimas del desplazamiento por la violencia e inseguridad en la región de la Tierra Caliente de Michoacán, confirmó en entrevista el párroco de Acahuato, comunidad de Apatzingán, Héctor Manuel Alcázar Tapia.
“Son 15 familias las que hemos refugiado en este primer mes de 2023. El fenómeno del desplazamiento sigue, la gente continúa saliendo de sus comunidades. Esto sucede porque quieren llevarse a los niños para armarlos”.
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Esta intención de unir a las infancias a la delincuencia obliga a los padres a salirse de sus lugares de origen para resguardarse, explicó el párroco.
“Están reclutando por igual tanto a niños como a niñas, los buscan desde los 13 años en adelante. Los quieren para diferentes servicios y funjan como halcones, esos que están en las carreteras viendo y cuidando las entradas a los pueblos o para que distribuyan sustancias que no. No es por gusto que se unan, los obligan”, alertó Alcázar Tapia.
Aunque las autoridades han explicado que ellos no cuentan con un registro de las personas desplazadas, el sacerdote de Acahuato, dijo, él sí cuenta con uno.
“Estuve hace unos años en esta comunidad y regresé. Acabo de cumplir cuatro años desde que estoy nuevamente ahí y en este tiempo puedo decir que el registro que llevo es de unas 400 personas por año las que son desplazadas y buscan refugio con nosotros en la Iglesia”.
De igual modo, agregó: “ellos van principalmente de Buenavista, Coalcomán, Dos aguas, Villa Victoria, Aguililla, Las Cruces, Tumbiscatío, entre otros”.
Por otra parte, el párroco de Acahuato explicó que el fenómeno ha cobrado más fuerza durante los últimos cuatro años.
“A Acahuato han llegado algunas familias y personas de otras comunidades, incluso de incógnito. Tiene alrededor de cuatro años que en Acahuato estamos haciendo este servicio (de recibir con más fuerza a refugiados). Ellos no se quedan, todo es temporal, están solo de paso mientras se contactan con sus familiares y se van”.
Afirmó que la ciudadanía decide acercarse a los sacerdotes ante el miedo de poner una denuncia y ser encontrados.
“Tienen miedo de denunciar porque nos dicen que si lo hacen, en un rato más ya sabrían quién los señaló ante las autoridades”.
El sacerdote detalló los testimonios que le han compartido los desplazados por el tema de inseguridad en la Tierra Caliente de Michoacán y cómo la Iglesia les ha podido ayudar.
“Les ayudamos a pedir asilo y dejan por escrito el testimonio de lo que les tocó vivir, entre lo que me han narrado es que estando en su casa, de repente alguien llega y les tumba la puertay les apuntan en la cabeza con armas y les dan de cuatro a cinco horas para que abandonen la comunidad donde están”, concluyó.