Buenavista, Michoacán.- En La Ruana, los autodefensas advierten que no se van a retirar hasta que Los Viagras, el grupo delincuencial que opera en la región no se vaya, y las autoridades no garanticen la seguridad en la localidad.
"De aquí no nos vamos a mover hasta que ya no haya cuotas y no haya ningún Viagra en toda la región. La gente no se arrima por los drones que nos han aventado. Un dron tronó en los pies de nosotros, primero tronó en el techo y después cayó en los pies. Ahí estaba la Guardia Nacional por un lado de nosotros", recordó uno de los rostros más visibles del movimiento.
Sin mencionar su nombre, el autodefensa aseguró haber formado parte del equipo de Hipólito Mora, quien hace más de una década, en esta misma zona, encabezó un movimiento armado para luchar con la delincuencia organizada.
Con palos y piedras, la veintena de autodefensas que acceden hablar para El Sol de Morelia reposan a un costado de la plaza que ayer domingo, fue blanco de los drones cargados de explosivos.
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En contraesquina de la Jefatura de Tenencia, donde se ubica una Base de Operaciones Interinstitucionales, los pobladores revisan su celular y convocan a más personas a unirse.
"Nos está motivando los resultados que han habido de las muertes de Hipólito y nuestros compañeros; esa es una. Por eso es el color negro de la camiseta por el luto del señor Hipólito porque yo también fui autodefensa, y fui escolta de él", señala uno de ellos.
Insisten que el cobro de piso por el corte y la venta de limón, así como para otras actividades comerciales, también los han obligado a reorganizarse pero sin tomar aún las armas, que aseguraron, cuentan y son herencia del propio Hipólito Mora.
"Hasta ahorita no estamos armados, pero sí hay armamento que me dejó Hipólito", declaró.
Así también, comentó que no hay plazo para las autoridades a fin de que logren el destierro de Los Viagras, a quienes este día la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán les detuvo a tres presuntos integrantes.
"Si el gobierno trabaja, hace su trabajo, nos vamos a retirar tranquilos (...) Hasta ahorita no les hemos puesto ningún plazo. Los hemos estado dejando trabajar a ver hasta dónde van a llegar los resultados de ellos", sostiene.
Quienes se distinguen por portar una playera negra con la leyenda en color blanco de "Autodefensas de La Ruana", no protegen su identidad. Entre ellos sobresalen jóvenes y una que otra mujer.
No se tapan el rostro y en cuanto ven pasar un convoy de la Guardia Civil corren presurosos a proporcionales botellas de agua y jugos, productos que la misma población les hace llegar.
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Aun cuando por parte de la autoridad se insiste en que no se va a reconocer ni permitir algún movimiento armado, los autodefensas permanecen a la expectativa, organizados y con el mismo objetivo de hace más de una década que, cada vez, luce más distante: lograr la paz en su pueblo.