Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- Derivado de los operativos de inspección y vigilancia en Morelia, el Ayuntamiento capitalino descubrió que de los 618 salones de fiestas que radican en la ciudad, más de 400 no cuentan licencias de funcionamiento expedidas por la secretaría municipal.

De los más de 600 salones de este tipo que existen en la capital michoacana únicamente 212 cuentan con sus licencias revalidadas, lo que significa que los 406 restantes operan de manera ilegal, algunos de ellos desde muchos años.

Dicho operativo nació a raíz de que esta secretaría del Ayuntamiento recibió constantes quejas de vecinos de algunos inmuebles donde constantemente había reuniones sociales hasta altas horas de la madrugada, en ocasiones por varios días seguidos.

"Tenemos muchas quejas sobre los salones de fiestas, porque hay unos muy famosos e incluso tienen fiestas de jueves a domingo y a los vecinos los tienen aturdidos", apuntó el secretario del Ayuntamiento, Humberto Arróniz Reyes.

Aunando a la falta de licencias, los resultados del operativo apuntan que los inmuebles en cuestión no cuentan con las salidas de emergencia pertinentes ni las medidas de seguridad y protección civil adecuadas.

Es de señalar que éste no es el primer operativo que se realiza que señalaba que diversos establecimientos en la ciudad no cuentan con las regulaciones adecuadas de Protección Civil.

Bajo este tenor, el coordinador municipal de PC, Rogelio Rangel Reguera, aseguró que se tiene cuenta de al menos cinco mil negocios de todo tipo de giros en los que funcionaban sin las regulaciones necesarias del municipio.

En este sentido, todo parece indicar que el Ayuntamiento capitalino tiene muy poco control sobre los establecimientos que se asientan en la ciudad, ya que los operativos en bares y centros nocturnos, así como funerarias y fábricas han arrojado resultados preocupantes para la administración publica.

En su mayoría, los inmuebles no cuentan con las regulaciones adecuadas de Protección Civil, algunos por desconocimiento y otros porque incurrían en prácticas corruptas en aras de obtener el permiso de la corporación de manera inmediata.

El modus operandi para conseguir los permisos de Protección Civil, era según lo dicho por Rangel Reguera, ser señalados por faltas en medidas de protección, no corregir las fallas y al mes que no acudía el inspector a revisar los inmuebles, poder recoger el permiso como si todo estuviera en orden.

Además de esto, también aseveró que existía un grupo de inspectores corruptos en la administración municipal, que daban "moches" en las ventanillas únicas, así como que, de manera ilegal ingresaban al sistema y cambian los estatus de los comercios a cambio de una gratificación económica.

Por ahora, el Ayuntamiento capitalino está en proceso de regular los más de cinco mil comercios que están fuera de norma, multando en primera instancia a los dueños de los negocios, para que antes del cierre del año corrijan sus planes de seguridad y protección civil, pues de no ser así, las licencias no volverán a ser expedidas y corren del riesgo de ser clausurados de manera indefinida.