Lázaro Cárdenas, Mich. (OEM-Infomex).- El director general de la Administración Portuaria Integral del Puerto (Apilac) consideró que de darse cualquier tipo de desarrollo deberá haber seguridad a la inversión y a los propios empresarios.
Lo ideal para el puerto sería una zona franca o libre permanente con industria de la transformación, la cual de darse sería un complemento para la industria portuaria
Raúl Correa Arenas.
En entrevista con este medio mencionó que le apuesta para que se liberen los terrenos del puerto y de la isla la Palma, con el propósito de que se establezca industria de ese tipo de género, pues la zona libre o franca (antes ZEE) sería un complemento para la comunidad portuaria, “si esa zona se llega a detonar económicamente tiene como plus el propio puerto”, dijo.
A pregunta expresa mencionó que el polígono para dicho desarrollo se determina de acuerdo al sitio donde se habrá de establecer y bajo qué régimen se trabaje.
Si es una zona libre habría que hacer todo lo conducente para convertirla en una zona fiscalizada
En tanto aún se mantienen 11 cartas de intención signadas por igual número de empresas extranjeras interesadas en asentarse en esta zona económica, mismas que podrán concretarse en la medida en que tengan certeza jurídica.
Implicaría hacer una planeación y un ordenamiento, como sucede en las grandes zonas económicas especiales, es un fraccionamiento comercial e industrial el cual se rige por una cierta política administrativa y aduanal. Implica planeación, desarrollo y orden
Lo anterior tras señalar que para operar una zona económica se necesita básicamente la tierra y de ahí generar la urbanización como la infraestructura básica, servicios, agua, luz, toda la serie de facilidades que permitan el desarrollo de ese tipo de industria o dependiendo del giro que se le pudiera dar a esa zona franca.
Agregó que para la extensión de impuestos sí se verían beneficiarios los actores, “obviamente tendríamos que suscribirlos a la ley hacendaria, pero sí se verían beneficiados por el hecho de estar en una zona fiscalizada, se pueden hacer acreedores a una serie de facilidades en el pago de cierto tipo de impuestos”.
Cabe recordar que la propuesta Zona Económica Especial (ZEE) demandó al municipio cumplir con una serie de requisitos, mismos que por la disposición de las autoridades municipales y el trabajo coordinado entre todos los sectores fue posible sacarlos. Prueba de ello fue la aplicación del programa “Ciudades Emergentes y Sostenibles”, por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
Este programa permite planear y ordenar el crecimiento de las ciudades, construir infraestructura básica, facilitar a los habitantes el acceso a los servicios públicos básicos, así como generar herramientas para fortalecer la economía local y aprovechar de manera sustentable los recursos que hay en el municipio.
Los resultados de estos trabajos permitirán definir los alcances y trazar la ruta hacia la elaboración del Programa de Desarrollo Urbano de Lázaro Cárdenas, instrumento que a su vez era la base técnica, jurídica y administrativa para regular la planeación urbana y lograr que haya un ordenamiento en los asentamientos humanos en el municipio.