Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Entre música, altavoces, discursos y un sol que caía a plomo, miles de personas arribaron al Centro Histórico de Morelia para unirse a la jornada por el Día del Trabajo.

Por ahí pasaron empleados del ayuntamiento, del Telebachillerato, nicolaitas, telefonistas, transportistas, del sector salud, del Monte de Piedad, de los tecnológicos, del INAH, de la Universidad Virtual, de la Secretaría de Cultura y de la UNAM Morelia.

Los agremiados del Monte de Piedad denunciaron despidos injustificados, mientras que los choferes mostraban su repudio al proyecto del Metrobús y Cablebús. Por su parte, los trabajadores de salud pidieron un contrato colectivo, mostrando decenas de cartulinas y vistiendo de amarillo.

Frente a Palacio de Gobierno se instaló un templete, en el cual se le daba la bienvenida a cada contingente, con un orador que en todo momento pidió la unidad de los trabajadores ante el riesgo de perder derechos laborales, no sin recordar el origen de esta lucha social.

Como suele suceder en este tipo de manifestaciones, aparecieron los vendedores ambulantes, sobre todo los que ofrecieron agua, paletas y refrescos, pero también sombreros y gorras.

Los marchistas arribaron desde municipios como Huetamo, Pátzcuaro, Uruapan, La Piedad, Zitácuaro, Cherán, Maravatío, Puruarán, Hidalgo, Quiroga y varios más.

El despliegue policíaco fue sumamente discreto, casi imperceptible, pero lo que sí hubo fueron ambulancias y paramédicos listos para atender cualquier incidente.

Sobre la Madero la mayoría de locales comerciales estuvieron cerrados, pero quienes sí abrieron fueron las sucursales de Woolworth, Vips, Oxxo y Sanborns, este último con medidas especiales que impedían el uso masivo e indiscriminado de sus sanitarios.

A la distancia, la marcha se apreció colorida, pues cada sindicato eligió distintivos que iban del blanco al guinda, pasando por el azul, el gris, el rojo y el verde.

Al ser día de asueto, el tráfico vehicular no colapsó en calles paralelas al centro, y tampoco hubo un sobrecupo de manifestantes, pues cada grupo se retiró una vez que se apostó frente a Catedral.