Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Aunque las normas ya están dichas para el próximo ciclo escolar que inicia este lunes, lo cierto es que sólo dos de cada tres alumnos en la entidad carecen de las herramientas tecnológicas necesarias para continuar sus estudios, según el titular de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), Héctor Ayala Morales, donde además la educación especial a distancia constituye un doble reto para docentes y alumnos.
La pandemia de Covid-19 obligó a padres de familia, docentes y autoridades estatales a renovar la educación a distancia y consecuencia de ello es que este lunes el arranque del ciclo escolar será televisado por casi un millón de alumnos inscritos en Michoacán.
El reto es mayúsculo, reconoció el titular de la SEE, quien explicó que la región de Aquila se perfila como una de las más afectadas en cuanto a conectividad, al ponerse en riesgo la continuidad de estudios de menores en casi 30 mil familias.
Indicó que hasta el momento se ha inscrito el 80 por ciento de alumnos registrados el año pasado, lo que representa cerca de 700 mil alumnos solo en nivel básico, por lo que el proceso de inscripción se extenderá hasta mediados del próximo mes de septiembre “con la intención de evitar deserción escolar”, refirió.
El encargado de la educación pública en la entidad indicó que en el sector escolar de básica en Michoacán se contempla no solo el uso de tecnologías, ya que solo cuatro de cada 10 hogares tiene conexión a Internet.
Por lo anterior, dijo, será por medio de los libros de texto gratuito y cuadernillos que se trabajará con los alumnos que carecen de herramientas tecnológicas y conectividad a Internet o señal de televisión, principalmente en la región de Aquila.
El alcance en la cobertura de Internet, así como de señales de radio y televisión es una competencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, acotó el funcionario estatal al reconocer la debilidad del estado en este ámbito.
La educación especial, doblemente golpeada por Covid-19
Para la maestra en Educación Especial, Eva Pérez Martínez, en el nuevo ciclo escolar no habrá de otra que trabajar sobre la marcha, ver qué funciona y qué no.
Y es que la profesora que trabaja en una primaria que se ubica en la localidad de San José Cuaro, perteneciente al municipio de Huandacareo, explicó que la educación en esta pandemia debe ser situada en el contexto donde se desarrolla.
“Hay padres de familia muy comprometidos, pero hay otros que por ejemplo nunca me contestaron el teléfono el pasado ciclo escolar, entonces aquí juega un papel importante la cultura del lugar y en esta zona del estado, la aspiración de los niños es crecer para irse a trabajar a los Estados Unidos”.
Refirió que si bien el acuerdo es que todo se haga de manera virtual, aceptó que los docentes tienen una naturaleza hasta cierto punto rebelde, por lo que no dudó en señalar que si considera necesario hacer modificaciones en el plan, lo va hacer.
Eva Pérez precisó que el pasado ciclo escolar trabajó con 30 niños de primero a sexto grado de primaria, quienes presentan problemas que les impide aprender como el común denominador del alumnado: sordera, hiperactividad, déficit de atención, entre otras características, fueron los factores que asechan a esta parte de los estudiantes.
Pero más allá de los alumnos, argumentó que en muchas ocasiones son los propios padres de familia quienes no muestran interés, por lo que al no existir una motivación, evidentemente los niños no tienen un buen rendimiento académico.
“Recuerdo que había un padre que me ponía muchos pretextos, que si la aplicación, que los horarios, que no sabía manejar el correo electrónico. Todo esto, hace que exista un desfase en el aprendizaje que se hace notorio a la larga o que en algunos casos los papás opten por sacar al chico de la escuela”.
Si bien la pandemia por Covid-19 ha complicado todo el proceso, la docente expuso que tampoco puede servir de pretexto y están en la obligación de intentar tener mejoras.
“El asunto es ver cómo funciona todo ante los padres de familia, pero si no noto un éxito en el modelo virtual, tendré que citarlos junto a sus hijos por lo menos una vez al mes, así evitaremos la deserción escolar”.
Se extraña lo presencial
Para José Carapia Rodríguez, las clases virtuales no han representado un conflicto ni un obstáculo para que su hija siga aprendiendo, pero es la falta de contacto con sus compañeros lo que le ha generado crisis de ansiedad.
“Mi hija toma sus clases normales en el teléfono o la computadora, no le vemos problema en esta parte de la educación, pero sí le resulta tedioso el estar encerrada sin ver a sus compañeros, y le falta eso, tener esa convivencia a la que ya estaba acostumbrada”.
Alumna de la secundaria Justo Sierra, Jessica Carapia vivió dos ataques de crisis de ansiedad producto del encierro, por lo sus padres optaron por comprarle una alberca inflable para tratar de mantenerla activa y así pudiera sacar el estrés.
Sobre el nuevo ciclo escolar, José Carapia detalla que a través de una videoconferencia se les informó que lo que resta del año será todo en línea, por lo que los niños tendrán que resistir un poco más y seguir aprendiendo sobre la modalidad de tener una escuela en su computadora.
