Morelia, Michoacán.- El Sol y la Luna se unieron este sábado 14 de octubre para entregar a México, Sudamérica, Estados Unidos y Canadá, un espectáculo astronómico sin igual: el eclipse solar.
El evento natural hizo voltear al cielo a los ciudadanos desde temprana hora, aunque su punto máximo fue a partir de las 11:00 horas.
Y es que aunque el día comenzará resplandeciente, poco a poco se fue tornando en tonos grisáceos, notándose con más fuerza a partir de las 11:40 horas, recordando a los ciudadanos el fenómeno que podrían observar con las medidas pertinentes.
Aunque en Michoacán se observó de manera parcial, cientos de morelianos salieron a los tres espacios destinados por las autoridades para vivir en familia este espectáculo natural.
En la ENES UNAM Campus Morelia, la UNAM Centro Cultural Morelia, y el Planetario de Morelia “Lic. Felipe Rivera”, se dispusieron diversos telescopios, lentes y una variedad de actividades relacionadas a informar a los asistentes a este evento, y conocer un poco más sobre los eclipses solares.
En la UNAM Centro Cultural Morelia, espacio ubicado en plena Calzada Fray Antonio de San Miguel, infinidad de familias, grupos de amigos y parejas de novios inundaron el recinto con emoción, interés, dudas y nerviosismo.
De igual forma la misma Calzada se vio repleta de personas de distintas edades que debajo de los árboles, comenzaron a ver cómo se oscurecía el cielo, mientras que con ansias, esperaban en la fila para poder ingresar al recinto que les aguardada con personal adecuado para ayudarles a mirar cómo la Luna cubría a El Sol.
Tal fue el caso de Sujey Guerrero que acompañada por su hijo, platicó con El Sol de Morelia, recordando que en 1991, durante su infancia, pudo observar un fenómeno similar.
“Hoy vengo con mi hijo Itzáe de 8 años, lo traigo porque es un evento astronómico importante que no se repite muy seguido, y para que él vaya aprendiendo de astronomía”.
A lo anterior agregó: “Yo vi el eclipse total de 1991, el cual comenzó en el Pacífico pasó por México y Estados Unidos, continuó en Centroamérica y cubrió toda la parte de Sudamérica, este tuvo una educación de 7 minutos y 2 segundos”.
Este instante, explicó Sujey Guerrero, la marcó en su infancia, y aunque no lo observó con sus familiares, pero sí con compañeros de un curso de verano que se desarrolló en el Bosque Cuauhtémoc, ahora, dijo, a 32 años de distancia, quiso atesorar este momento con su pequeño.
“Recuerdo que el cielo se oscureció y los pájaros llegaron a los árboles y creo que en aquel entonces no llevábamos lentes, ahora sí porque hay más información. Me da mucha nostalgia recordar y ahora me gusta que mi hijo vaya a tener este recuerdo conmigo”.
Por su parte Itzáe de 8 años, comentó, lo que más le motivó fue conocer y vivir, “cómo se hace de noche más rápido. Hace ratito estaba más soleado y ahorita está más nublado. Yo creo que los amigos saben de este evento; yo tengo a mi amigo Abner al que le contaré mi experiencia”.
La madre de familia explicó, este día ambos se levantaron a las 5:00 horas para cumplir con sus actividades laborales y prepararse para que el menor acudiera a su formación en Catecismo, y tener el tiempo necesario para acercarse a las instituciones adecuadas que les brindaron las facilidades, al igual que cientos de ciudadanos, de experimentar este momento.
Aunque las tres sedes que se adecuaron para observar este fenómeno natural, se vieron repletas, muchos más morelianos optaron por salir de sus hogares para, desde la calle, con sombrillas y lentes adecuados, ver este evento que comenzó a las 9:35 y concluyó a las 12:45 horas, el cual dejó un grato instante a los michoacanos que después de estas actividades, se retiraron para continuar con sus actividades.
