Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Después de daños por vandalismo y sustracción de piezas, el pasaje del Bosque Cuauhtémoc contiguo a la biblioteca infantil se ha quedado con la mitad de las obras escultóricas que ahí se exhibían.
En entrevista para El Sol de Morelia, Azucena Solórzano Ávila, actual jefa del Departamento de Relaciones públicas de la Secretaría de cultura del estado (Secum), quien fungió también como directora de Artes visuales de la misma secretaría en 2017, cuando fueron montadas cinco de las ocho esculturas que componían dicho paseo, señaló que durante los últimos dos meses desaparecieron tres.
“Ahora con esto de la pandemia, en una de las pasadas por el bosque nos dimos cuenta que habían extraído tres. Es muy triste porque las autoridades procuran tener la ciudad embellecida con esculturas y les dan en la torre a las primeras de cambio”, señaló.
Explicó que la gestión del proyecto fue iniciada en 2014 y, tras conseguir el recurso y los permisos correspondientes con el Ayuntamiento capitalino y las oficinas locales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se concretó en diciembre de 2017, al instalarse cinco esculturas: “La paz en Michoacán” de Alfonso Mata; “Oda a las artes” de Ibeth Ceja; “Tornado” de Roxana Cervantes; “Tatuaje al sol” de Rocío Sánchez, y “Vida/laberinto” de Antonio Luna Torres.
Cabe recordar que al siguiente mes de ser montadas, tanto la obra de Roxana Cervantes como la de Luna Torres fueron vandalizadas. A este conjunto de cinco piezas por las cuales la Secum desembolsó alrededor de 300 mil pesos, se suman tres obras que datan de fechas anteriores: “La guitarra”, el busto de un personaje no identificado y la figura de un músico, firmada por C. Gaes.
De ese conjunto de ochos obras –cuyas técnicas, estilos y calidad de factura son variables–, sólo quedan cuatro en pie y el resto de los pedestales de cantera, privados también de sus placas de identificación.
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Al solicitar informes, el Centro INAH Michoacán respondió que debido a que “la mayoría de las esculturas no son históricas”, no están contempladas en un catálogo o censo de monumentos.
Hasta el momento se desconoce si la Coordinación del Centro Histórico, dependencia municipal encargada de contabilizar esculturas, monumentos y epigrafía en la capital, ha interpuesto alguna denuncia por la sustracción de las obras referidas.