¿Dónde están seguras las mujeres en Michoacán?

El 80% de las mujeres en el estado no se siente segura en donde vive; en la escuela, la casa y el transporte público son agredidas

Dalia Martínez | El Sol de Morelia

  · domingo 8 de marzo de 2020

Foto: Fernando Maldonado | El Sol de Morelia

Morelia, Mich. (OEM-Infomex).-En materia de seguridad las mujeres también se encuentran en desventaja en Michoacán.

El 80 por ciento de ellas no se siente segura y más del 90 por ciento ha sufrido violencia de algún tipo en su vida.

La Secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres, en febrero del año pasado dio a conocer que uno de los espacios donde menos se sienten seguras las mujeres es en el transporte público.

Según el estudio interno de la dependencia, en promedio, diariamente se generan un millón de pasajes sólo en Morelia, con la circulación de dos mil colectivos y mil camiones.

Cada unidad da servicio en promedio a 300 pasajeros, de los cuales el 70 por ciento son mujeres.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ha registrado un alza significativa de denuncias, principalmente a través de redes sociales, de casos de acoso sexual e intentos de secuestro a mujeres, en el transporte público.

Las mujeres en Michoacán tampoco se sienten seguras en sus escuelas.

Recientemente y desde el año pasado la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), ha tenido que enfrentar una verdadera lluvia de denuncias sobre acoso sexual de profesores de las facultades de Medicina, Contabilidad, Letras, Derecho y otras, que llevaron a las autoridades a generar un protocolo para la prevención y erradicación de la violencia de género.

No obstante, las alumnas por temor a represalias, aún no se atreven a dar el siguiente paso hacia la denuncia penal.

Las estadísticas nacionales aportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) arrojan que el 75.9 por ciento de las mujeres a nivel nacional se sienten inseguras.

En Michoacán esta estadística no varía mucho, salvo en municipios como Uruapan, Zamora y Morelia, en donde la misma encuesta arrojó que el 88.5 por ciento de las mujeres sufre de estrés, nerviosismo y hasta ataques de pánico, por el clima de violencia que se vive en estos lugares.

Por otra parte en lo que va del año y hasta el cierre del mes de febrero habían asesinado a 32 mujeres en diferentes partes de Michoacán.

Sin embargo y hasta el momento sólo uno de los homicidios ocurridos ha sido catalogado y reconocido como feminicidio, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE).

El feminicidio se define como el asesinato de mujeres debido a su condición de género, es decir, por el mero hecho de ser mujeres, por lo cual es siempre perpetrado por un hombre.

El estado está situado en el tercer nivel a nivel nacional de violencia intrafamiliar, de acuerdo con el reporte de agresiones y lesiones que son atendidas en la Secretaría de Salud (SSa) federal, donde las mujeres nuevamente, son las más afectadas en un porcentaje global del 93 por ciento en todo el país.

Michoacán es la tercera entidad con más casos al registrar cinco mil 476, sólo detrás del Estado de México, que registró 13 mil 516 y Guerrero con siete mil 327 casos.

Los estados de Guanajuato, con cinco mil 473 casos, y Querétaro, con cinco mil 338, complementan la cuenta.

Con datos del Instituto de la Mujer Moreliana (Imumo), diariamente se atienden a unas 50 mujeres que requieren servicios médicos, sicológicos, asesoría legal o apoyo económico de la dependencia, sólo en el municipio de Morelia y existe en lista de espera más de 40 mujeres que denuncian violencia.

La tasa de mortalidad en el estado es el promedio de 44.2 por ciento de mujeres y 52.8 de hombres. Aunque la cifra es mayor para los varones, la pérdida de la vida de las mujeres genera un mayor impacto psicosocial en su entorno, sobre todo cuando la muerte es prematura.

Además, si la mujer muere en una etapa productiva, social y económicamente hablando, conlleva la pérdida en la desintegración familiar, problemas de drogadicción y enfermedades para los sobrevivientes que van desde padecimientos cardiacos hasta sicológicos como la depresión y el suicidio, de acuerdo con información de la SSa y el Inegi.