Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- A escasos días de culminar el año, siempre hay quien aprovecha la manera sacar una carcajada a quienes los rodean y el pretexto perfecto es el Día de los Santos Inocentes.
Sin embargo, aunque para muchos es día de bromas y diversión, la celebración de esta fecha tiene como antecedentes dos hechos históricos que marcaron la vida de distintas sociedades y que hoy en día se adecuaron para ver la vida de una manera más divertida.
Como primer origen, el Día de los Inocentes se remonta a hace más de dos mil años atrás, como parte de la historia del catolicismo, haciendo remembranza a un episodio trágico en la historia de Belén.
Según el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento, el rey de Judea, Herodes el Grande, si sintió amenazado luego de que tres Magos del Oriente se le acercarán para indicarle que un nuevo rey nacería en los últimos días del año, dándole aviso del lugar donde nacería Jesús de Nazaret, a quien ellos irían a visitar.
Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey de reinaría sobre todas las naciones
Ante ello, Herodes, quien era conocido por eliminar a sus enemigos desde el inicio de sus mandato, expidió la orden de ejecutar a todos los niños menores de dos años de nacidos en Belén y sus alrededores, intentando así deshacerse de Jesús.
No obstante, al día de nacido un ángel se le apareció en sueños a José, padre de Jesús, diciéndole: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que se te avise, porque Herodes va a buscar al niño para acabar con él”.
De tal forma que, aunque Jesús se salvó de ser víctima del ejército de Herodes, miles de pequeños murieron la noche del 28 de diciembre, fecha que la iglesia católica conoce como la Matanza de los Inocentes.
Miles de niños murieron esa trágica noche, la Biblia cuenta que sus almas inocentes subieron al cielo, por lo que ahora son recordados como inocentes. Por su parte, Herodes el Grande vivió en el engaño muchos años, pensando que había matado al nuevo rey del mundo, un detalle del que podría surgir la idea del engaño y la farsa durante este día, según la teoría que supone el historiador Mario González Linares.
Actualmente, los creyentes de la religión católica celebran ofreciéndole regalos y comida al niño Jesús, las ofrendas pueden ser variadas, ropa para vestirlo y cobijarlo, comida como pan y dulces, entre otras cosas, además se celebra una misa en conmemoración a los inocentes que murieron.
Festividad transformada en "un día de locos"
Aunque el Día de los Santos Inocentes es considerada una tradición milenaria de la religión católica, durante la Edad Media se popularizó la celebración de la “Fiesta de los Locos”, la cual se celebraba durante los días intermedios entre los días 24 y 31, el eje de esta celebración era la burla y el descontrol.
En Europa “la fiesta de los locos” fue considerada una festividad pagana, donde quienes formaban parte de la celebración se disfrazaban a manera de carnaval, sin embargo los días de fiesta parecían descontrolados y para la iglesia católica incurrían en faltas a la moral, por lo que procedieron a controlar los excesivos festejos.
El Rey Felipe II sugirió que las fiestas de carnaval cambiarán por un juego de bromas inocentes o pedir algo prestado que se tendría que regresar el día 2 de febrero.
De esta manera y muy coincidentemente, se comenzaron a celebrar las “inocentadas”, el realizar una acción sobre alguien sin hacer daño, únicamente con el afán de mofarse o burlarse de un pobre ingenuo. De ahí que en España se escucha la frase: “Herodes mandó a Pilato, Pilato mandó a su gente y el que presta en este día es un inocente”.
Un día de risas y tradición
Con el paso de los años, esta tradición se popularizó alrededor del mundo hasta llegar a México, donde se celebra de una manera poco peculiar, las bromas y los chascarrillos están a la orden del día, sin embargo no falta el despistado que no recuerda la fecha y deja un poco de dinero ir.
“Inocente palomita te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se debe prestar”, se escucha a quienes en voz de quienes embaucan a un pobre inocente, con unos cuantos pesos de su bolsillo.
En aras de conocer cómo se vive esta festividad en la actualidad, El Sol de Morelia preguntó a los morelianos sobre las bromas que han jugado a sus conocidos y éstas fueron las respuestas:
Said Salinas, estudiante de Medicina de 22 años, dijo que en la actualidad ya no realiza bromas a sus familiares, ni amigos cercanos, recordando una experiencia que lo marcó cuando era más joven.
Cuando estaba en la secundaria, mi mejor amiga y yo, pensamos que sería gracioso hacer la típica broma del embarazo, subir una foto de un ultrasonido a Facebook, como broma claro, pero nos salió todo mal, íbamos en una escuela católica, el chiste de todo esto es que cuando regresamos de vacaciones, las madres nos mandaron llamar, porque alguien fue con el chisme y ese tipo de cosas no estaban permitidas, nuestros papás se enteraron y se hizo un desmadre, mis papás me castigaron y hasta nos llevaron al psicólogo de la escuela que por problemas de conducta, después de eso, ya no quise saber nada de bromas ni jueguitos
Mientras que la señora Rosario Solis, ama de casa de 48 años, relató que en su infancia las bromas consistían en “esconder la ropa a mis hermanos”, cosas de la cocina a su madre y pedirle dinero prestado a sus tíos.
No era como que lo esperáramos con ansias, pero con otros niños de las colonias nos juntábamos e íbamos a la tiendita a pedir fiado, que una papitas, que un refresco y salíamos corriendo, porque lo que se pide prestado el Día de los Inocentes, no se regresa, ésa es la regla, aunque no te creas, luego iban de la tienda a cobrarle a mi mamá y ahí si se armaba la gorda
Por su parte, el señor Julio Rangel, bolero de 63 años, expuso que él cada año, les juega pequeñas bromas y chascarrillos a los niños que se acercan a su espacio de trabajo, les cuenta un pequeño chiste acompañado de un dulce.
Los niños ya no saben lo que celebra y yo no les voy a jugar una broma pesada, porque también pasa mucho eso, la gente es muy cargadita, pero está padre que se rían un rato y se lleven un dulcesito
Aunque la celebración del Día de los Santos Inocentes, ha cambiado en diversas ocasiones, la fecha continúa siendo motivo de celebración, un último momento en el año para echar una buena carcajada entre los amigos y conocidos.