Morelia, Michoacán.- La fila es extensa en la Parroquia de San Judas Tadeo, las personas, algunas vestidas con el atuendo del santo y otras más con su figura o flores, esperan pacientes para ingresar al edificio y agradecerle que les haya cumplido algún milagro. Es 28 de octubre, día en que se celebra al Patrono de las causas imposibles, por lo que los feligreses aprovechan para pedirle su intervención en los momentos de desesperación ante los problemas que parecen difíciles de solucionar.
Los agradecimientos van desde aquellos que le imploraron por la recuperación de un enfermo, los que tuvieron que migrar a Estados Unidos y él fue quien los acompañó en el transcurso o hasta a los que salvó de la muerte.
El primer ejemplo es el caso de Martha, la cual le pidió que le salvara la vida a su hijo luego de sufrir un accidente, por lo que se encomendó a San Judas en el que ha creído desde niña gracias a la influencia de sus padres.
"Le tengo fe desde niña por mis padres. Me ha hecho muchos milagros, el más grande fue que salvó a mi hijo de un accidente y gracias a él está vivo. Vengo a decirle que me lo conserve con salud", explicó.
A esto también se sumó Guadalupe Silva Tapia, aunque su reconocimiento no se limita únicamente a esta fecha, sino que cada 28 de cada mes le dedica un altar en su casa. Este año acudió al Templo a cumplir la manda de que su madre se recuperara.
"Cada 28 le pongo sus velas y en octubre vengo a verlo hasta acá. Le prometí una manda porque mi mamá estaba enferma y vine a cumplirla. Le agradezco porque ha hecho muchos milagros".
Desde San Juanito Itzícuaro hasta Colinas del Sur, Joel Ramos García acude desde hace 25 años para mostrarle su agradecimiento por ayudarlo a llegar con bien durante el transcurso que hizo para llegar a Estados Unidos.
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"Le pedí que si había un problema, que estaba en él, que no me dejara llegar a mi destino si sabía que me iba a ir mal o no regresaría con mis seres queridos. De ahí le empecé a pedir hasta hoy en día".
El amor hacia él lo hace venir hasta el recinto pero cuando no se encuentra en la ciudad, aprovecha otro templo para acercarse y venerarlo. "Vengo de corazón a pagar lo poquito que tengo pero donde me encuentre, voy y lo visito".
El Apóstol de Jesucristo de Nazaret es un salvador de vida pues incluso ha salvado de asesinatos a unos cuantos, así lo demuestra otro de sus seguidores que, por seguridad se omitirá su nombre pero que afirmó haberle rogado cuando estuvo a punto de que lo mataran.
"San Judas me salvó de que me iban a matar, en el momento se lo pedí y me lo cumplió. Cada año le agradezco la segunda oportunidad de vida por eso traigo mi figura, mi collar, mi camisa y mi gorra para que me lo bendiga".
Afuera del recinto reina el espíritu religioso, se siente en el aire. Hay bandas y mariachis contratados por los feligreses para ofrecerle una melodía a su santo. Los comerciantes estarán instalados durante todo el día para ofertar alimentos, pulseras, veladoras y figuras que van de los 120 a los 500 pesos.
Durante todo el día, las familias enteras y otros más solos entrarán y saldrán de la iglesia ya con sus artículos bendecidos o sin ellos debido a que en el altar le dejarán ramos de flores y otras muestras de afecto. La fiesta culminará en la noche con el tradicional encendido de un castillo de fuegos artificiales.