Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Después de que fuera destruida durante la noche del 8 de marzo la Antimonumenta -colocada en la Fuente de las Tarascas por familiares de víctimas de feminicidios y colectivas feministas-, Cristo González Villaseñor afirmó que lo cometido es un verdadero acto de vandalismo.
El joven que aún lucha por encontrar la justicia para su hermana Jessica, asesinada en septiembre del año pasado, recordó que esta antimonumenta representa la búsqueda de las mujeres por la erradicación de la violencia de género, además de que sirve para recordar cómo la violencia machista arrebata la vida y la seguridad de ellas. Puso en claro que la destrucción no responde a ninguna lucha, ni envía ningún mensaje, siendo totalmente un acto de vandalismo.
“Es realmente un acto de vandalismo, la gente no sabe, pero el esfuerzo que se realizó para poner este monumento fue de las familias de las víctimas de feminicidio y de colectivos feministas. Esta antimonumenta representa la verdadera situación que se vive en el país, representa una causa justa, por lo que su destrucción es injustificada”, mencionó.
Destacó que el derribo del símbolo erigido en la Fuente de las Tarascas refleja la cultura machista en la cual Morelia vive y el cómo la sociedad prefiere ignorar las peticiones de las mujeres en lugar de entender su lucha.
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Cristo Villaseñor reconoce que no todos los morelianos comprenden el movimiento feminista y están en contra de las intervenciones y protestas hechas por las mujeres, por lo que tienen el derecho de quejarse contra sus acciones. Sin embargo, resaltó que la única forma en la cual pueden ser escuchado es a través de la manifestación en las calles, aunque no sean las únicas actividades que estos grupos realizan.
“Todo mundo tiene libertad de manifestarse, de estar en contra de lo que las mujeres hacen, pero no son capaces de ver que la lucha que ellas hacen es la que de verdad salva vidas, la que cambia la realidad. Muchos dicen que no son formas de expresarse, pero son las únicas en las cuales te hacen caso; si no es así, no te ponen atención, no se enteran de tu caso”, reiteró.
Enfatiza que la polarización en la que vivimos refleja el largo trecho que aún queda para erradicar la violencia de género, siendo el derribo de la antimonumenta un claro ejemplo de ello.
“Esto es histórico, en todo el mundo las mujeres desde sus lugares reclaman seguridad y sus derechos, es algo que no se debería exigir, pero es una realidad. Lo que se vio ayer en el 8M es un claro ejemplo de cómo las cosas van cambiando, aunque falta mucho para lograr la verdadera igualdad de género”, concluyó.