Morelia, Mich.- (OEM-INFOMEX).- Más allá de resentir una afectación en las ventas por la comercialización de piezas chinas con forma de catrinas en cadenas transnacionales, este hecho resulta un impulsor de la creatividad de los creadores, aseveró el creador de la icónica figura de barro, Juan Torres Calderón.
En entrevista para El Sol de Morelia dijo comprender que exista venta de réplicas de catrinas, que muchas veces no son de barro, pero que tratan de “colgarse” del éxito que tiene esta pieza, no sólo en el ámbito local, sino que ha traspasado fronteras y es referente de la cultura nacional tanto, que “está compitiendo con la fridomanía muy duro”.
“Siempre suceden esas cosas, cuando los acontecimientos tienen éxito todo mundo se cuelga de ahí. Yo no creo que afecte nuestra producción que es muy basta y que no sea muy dañino. Además, creo que se necesita falta de educación para comprar algo de China, siempre preferiremos nuestra artesanía hecha por las manos de nuestros artesanos”, aseveró.
Al respecto, dijo esperar que la creación de artesanías en Capula se siga transformando y evolucionando, tanto que incluso se llegue a tener otro tipo de expresiones como las que se registran en otros puntos del país e incluso en Estados Unidos, donde se hacen desfiles muy grandes de catrinas.
Resaltó que la producción y venta de catrinas en la tenencia moreliana catapulta no sólo el desarrollo económico y social del lugar, sino que además impacta en otros fenómenos como lo migración que, si bien no ha desaparecido, frenó su incremento a partir de la creciente oferta de catrinas, ya que actualmente más del 60 por ciento de los habitantes del lugar se dedican a la creación de la icónica figura.
La gente de Capula vive y vive muy bien de la elaboración de las catrinas, es un efecto económico y cultural que es pocas veces visto por los programas del gobierno que se llevan a los lugares para detonar su desarrollo
El maestro artesano recordó que la enseñanza de la creación de la catrina, que por décadas impulsó en la tenencia, sigue en desarrollo y creciendo de tal forma que esa labor social que inició “cumplió su objetivo y lo cumplió muy bien…yo ya me retiré de eso y me dedico a mi obra”. Afirmó que él ya no crea catrinas, pero ve con orgullo cómo los habitantes del lugar hacen de esa práctica su sustento.
Fue hace casi 40 años cuando Juan Torres enseñó a un grupo reducido de alumnos cómo hacer una escultura de catrina, con el tiempo, ellos enseñaron a sus familias y a la fecha la figura que nació de la mente del maestro como un homenaje a Diego Rivera, quien bautizó como “La Catrina” a una representación que fue creación del grabador mexicano José Guadalupe Posada, según cuenta.