Morelia, Michoacán.-(OEM-Infomex).- Mientras que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, insiste en el cobro de impuestos ecológicos y cedulares, el presidente de la Comisión de Hacienda y Deuda Pública del Congreso estatal, Arturo Hernández Vázquez, descartó esta posibilidad y se pronunció por una reestructuración a la deuda pública estatal para generar mejores condiciones financieras al estado.
Durante su rueda de prensa semanal celebrada este lunes, el mandatario estatal refirió que, a días de turnar un nuevo alcance a su proyecto presupuestal de 2020, los seis nuevos impuestos (cuatro ecológicos y dos cedulares) no se modificaría de la propuesta, por lo que cada uno de los 40 diputados tendría la facultad de aprobarlos o rechazarlos.
“Lo digo con toda sinceridad el presidente del Comisión de Hacienda no va ni con más impuestos, ni con más deuda; posiblemente podemos pensar en una reestructuración financiera que le permita tener al gobernador y estado más lana para su operatividad (…) aunque nunca se ha hecho una propuesta formal”, adelantó Arturo Hernández.
Frente a los retos financieros del estado, el legislador panista aseguró que ni con nuevos impuestos o contratación de más deuda se mejorarán las condiciones financieras estatales, de ahí que recomendó al Ejecutivo local la posibilidad de reestructurar los más de 17 mil millones de pesos de empréstito que tienen el estado, en términos de plazos e intereses para así generar mayor liquidez.
Ejemplificó que al haber una reestructura financiera habría holgura en el manejo de recursos pues el periodo de pago de la deuda pasaría de los cinco a los 10 años, lo cual podría “salir tablas y en el momento permitir al estado desprenderse de menor capital y le daría más capacidad financiera y habría posibilidad de dárselas”.
De acuerdo a las estimaciones realizadas por el Ejecutivo estatal en las leyes de Hacienda y de Ingresos para 2020, se aplicarían impuestos cedulares sobre el ingreso de la prestación de servicios profesionales y actividades empresariales con una tasa de cobro anual del dos por ciento anual sobre ingresos percibidos.
Mientras que para el caso de los cuatro impuestos ecológicos se pretende cobrar por remediación ambiental en la extracción de materiales; emisión de gases a la atmósfera; de contaminantes al suelo, subsuelo y agua; así como al depósito o almacenamiento de residuos.
El valor de recaudación por las dos categorías anteriores está estimada en los 13 mil 081 pesos anuales.