Morelia, Michoacán.- En un rincón de Morelia, entre los pasillos blancos y las habitaciones llenas de historias, Monserrat Calvillo Vázquez, técnica en enfermería, comparte su relato en el marco del Día del Personal de Enfermería. Su experiencia arroja luz sobre los desafíos humanos que enfrentan aquellos que se han convertido en el pilar inquebrantable de la atención médica en Michoacán.
El personal de enfermería es un pilar fundamental para el funcionamiento del sistema de salud, su labor va desde brindar atención directa a los enfermos hasta administrar medicamentos, labores administrativos, tomar signos vitales, educar sobre hábitos saludables, realizar curaciones, vigilar y monitorear al paciente e incluso apoyarlo emocionalmente y a sus familias.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su último registro realizado al cuarto trimestre de 2021, se registraron 620 mil personas dedicadas a la prestación de servicios remunerados de enfermería en el país, lo que representa que por cada mil habitantes en promedio había 3.5 personas dedicadas a la enfermería. Sin embargo, este número está muy por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 9 por cada mil habitantes.
Déficit de personal de enfermería en el estado
En Michoacán, la situación es aún más crítica, pues según los datos del programa sectorial de salud 2015-2021 señalan que el estado cuenta con apenas 8 mil 675 enfermeras en contacto con el paciente, eso quiere decir que hay solo 2.7 personal de enfermería por cada mil habitantes, lo que significa que hay un déficit de más del 80% respecto al estándar internacional. Esto implica que el personal de enfermería tiene que atender a más pacientes de los que pueden, lo que afecta su salud física y mental, así como la calidad del servicio.
En este escenario desafiante, Monserrat Calvillo Vázquez emerge como un testimonio vivo de la lucha diaria y nos recuerda en su voz que “un hospital sin enfermeras no puede continuar”, señalando la verdadera importancia del personal que se dedica en sostener la mano de un paciente en su momento más vulnerable.
Cargando el peso de la atención en la espalda
La conversación con la enfermera revela un panorama desafiante: el déficit de personal de enfermería en Michoacán se manifiesta en cargas de trabajo abrumadoras. La enfermera nos platica una de sus experiencias que muestra claramente este panorama: “una vez en el área de traumatología había muchos pacientes, donde a cada enfermera nos pusieron atender a 11 pacientes, te imaginas el peso de la presión, la atención administrativa y la gran responsabilidad que lleva el cuidado humano”.
La narrativa personal compartida por Monserrat Calvillo ilustra la lucha diaria del personal de enfermería. En el marco de su día especial, su relato personal nos invita a apreciar la humanidad detrás de las estadísticas, recordándonos que cada paciente es un individuo con una historia única y valiosa.
Formación como cimiento de compromiso y empatía
La formación académica de Monserrat Calvillo Vázquez emerge como el cimiento de su compromiso y empatía. La enfermera nos relata, que su formación como técnica en enfermería le ha hecho conseguir lo que más a ella le gusta, ayudar al otro. Asimismo, agradeció a la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) por proporcionarle buenos conocimientos para atender a quien lo requiera y al personal que apoyó a su formación en el Hospital General Dr. Miguel Silva donde cursó su servicio social en el año 2021.
Los salarios como reflejo de una sociedad desinformada
En el aspecto financiero, la realidad de los salarios baja a la tierra. La enfermera Monserrat comparte que, en algunas instituciones privadas en la ciudad, los salarios son tan bajos que apenas alcanzan los 180 pesos por día. En lo que respecta a instituciones públicas el pago varía entre 4 mil a 5 mil mensuales. En conmemoración de su día especial, sus palabras nos desafían a cuestionar la desigualdad y la desvalorización que enfrenta el personal de enfermería.
Finalmente, en la antesala del Día del Personal de Enfermería, la historia de Monserrat Calvillo Vázquez se convierte en un llamado a la sociedad para reconocer y apreciar el trabajo de aquellos que han hecho del cuidado su misión de vida. Su relato nos sumerge en las complejidades, desafíos y sacrificios de la enfermería, recordándonos el valor del personal de enfermería en la sociedad.