Morelia, Mich (OEM/ Infomex).- Conocida como “la enfermedad silenciosa”, la depresión se ha convertido en una patología de impacto social y económico al ocasionar decenas de miles de ausencias laborales debido al sentimiento de desánimo y abandono que suele acompañarla.
Baste decir que de acuerdo con estimaciones de la OMS, la depresión es la segunda causa de incapacidad laboral en el mundo y la primera en países en vías de desarrollo como México.
Según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (Embiare), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Michoacán el 19.6 por ciento de los encuestados reportó síntomas asociados a la depresión, un patrón similar con el promedio registrado a nivel nacional (19.5 por ciento).
Por otro lado, con datos publicados por el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis), el DIF federal reporta que menos del 50 por ciento de las niñas, niños y adolescentes que presentan depresión reciben un tratamiento adecuado debido a que sus cuidadores subestiman la intensidad de los síntomas en los menores.
Aunque no hay una causa precisa sobre la aparición del trastorno, se considera que hay una conjunción de factores sociales, ambientales, psicológicos y biológicos que contribuyen en ello, tales como poder financiero, dificultades en la familia o escuela, genética y género.
En este sentido y en el marco del Día Internacional contra la Depresión, que se conmemora el 13 de enero, la doctora en psicología y presidenta del Colegio de Psicólogos de Michoacán, Laura Olivia Amador Zavala explicó que la depresión es un trastorno mental con diversas fases, por tanto “se cataloga y diagnostica de acuerdo al número de síntomas, pero también es importante considerar el tiempo que tienen esos síntomas y los niveles”.
Mencionó que entre los síntomas, que aparecen poco a poco, están los trastornos en el sueño, falta o exceso de apetito, anhedonia, aplanamiento afectivo o la invasión de sentimientos de culpa; esto último surge, anotó “porque muchas veces la depresión surge por alguna pérdida o alguna situación que rebasa las habilidades de la persona”.
Ahora bien, Amador Zavala enfatizó que existen diversas formas de tratar este padecimiento, “tiene que haber un tratamiento multimodal donde no sólo se intervenga a nivel individual, se tiene que intervenir a nivel familiar, escolar o laboral y también se deben hacer intervenciones en lo psicosocial”.
Eso sí, remarcó que si hay intervención de medicamentos, se debe a que la depresión también una bioquímica cerebral alterada, razón por la cual es necesario un tratamiento farmacológico. Pero todo dependerá de cada persona.
Respecto al número de personas con depresión en el estado, la psicóloga Olivia Amador mencionó que sólo se dispone de estimaciones, “pero puedo señalar que son superfluas y no manejan datos reales porque no todas las personas acuden a obtener atención y la mayoría de los datos epidemiológicos se registran en el sistema de salud”.
Agregó que quienes tienen algún trastorno dejan pasar hasta 14 años hasta recibir atención. Por tanto, es común que quienes van por atención a los servicios de salud presentan una depresión grave, con problemáticas en todas las áreas de su vida.
“Creo que somos conscientes pero no sensibles al tema de la depresión, minimizamos mucho el tema de las emociones de las personas, culturalmente tenemos esos tabúes”, sin embargo, recomendó prestar atención a las emociones propias, evaluar las relaciones interpersonales “y si identificamos un síntoma de malestar, sea cual sea y acercarse a un profesional de la salud”.
El Día más triste del año
El Blue Monday, Día Azul o Día Más Triste del Año se celebra cada tercer lunes de enero. Este año, el 16 de enero.
El nombre viene a partir de un trabajo del psicólogo británico Cliff Arnall, quien en 2005 ideó una fórmula matemática que buscaba explicar los “blues” o bajones de esta época del año.
La ecuación consideró factores como el clima (en su caso, el frío del hemisferio norte) y el tiempo que pasó desde la Navidad y el Año Nuevo, época en que se renuevan buenos propósitos que luego no se pueden cumplir, lo que genera desmotivación.
Aseguran que ese día se dan las peores condiciones generales de todo el año, acumulamos más tristeza, pesimismo e incertidumbre por varios motivos.
Las personas a estas alturas ya se han dado cuenta de que las tan ansiadas metas que se habían propuesto para comenzar el año se hagan imposibles o lejanas, llegando a una profunda decepción.
De acuerdo con la psicología del color, el día es asociado al azul, al ser un color que denota pasividad, tristeza, pesimismo o apatía.