Morelia, Michoacán.- Irregularides y hostigamiento fueron denunciados por el joven Carlos Escobedo en el caso que mantiene en contra del extitular del Sistema Penitenciario de Michoacán, Ignacio Mendoza Jiménez por presunta desaparición forzada y tortura.
En rueda de prensa, el denunciante señaló que tanto él como su círculo cercano han recibido amenazas por parte del exfuncionario así como la intervención de autoridades estatales para retrasar el proceso legal donde pide justicia.
"Hay una clara intención de darle apoyo porque a cuatro meses de los hechos todavía tiene una escolta pagada por el erario público de aproximadamente 20 elementos de seguridad que ya no se sustenta en la ley", expresó el también abogado.
Te puede interesar: Incrementan casos de VIH en Michoacán, detectados 226 este año
También por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) ha existido una falta de actuación para que el delito contra el antiguo coordinador sea perseguido al negársele al afectado el acceso a la carpeta de investigación en un primer momento.
"Hay una serie de irregularidades. La primera es que se retiró a la fiscal que estaba encargada de la carpeta de investigación y designaron un agente del Ministerio Público. Desde entonces lo único que tuvimos fue obstaculizaciones por parte de la Fiscalía porque empezaron a solicitar información estigmatizante sobre mi persona", externó el joven.
Asimismo, señaló que sus familiares y amigos también han sido objeto de supuestos señalamientos y acoso, a quienes el denunciado ha contactado para mediar el asunto por otros medios no legales.
"Buscaron a un conocido mío por medio de una red social que me enviara un mensaje donde textualmente dice –Me piden que te diga que están dispuestos a repararte el daño—. Buscaron a un abogado para que nos ofreciera trabajo en el despacho de él con ánimo de generar medios para poder negociar".
Fue el pasado 17 de agosto del presente año cuando Carlos Escobedo dio a conocer que había sido secuestrado y torturado por Ignacio Mendoza y su familia, quienes le inflingieron dolor en sus genitales con un arma eléctrica.