Morelia, Michoacán (OEM - Infomex).- En paro laboral desde el pasado 20 de abril, las delegación en Michoacán del Registro Agrario Nacional (RAN) permanece con las oficinas cerradas, pero sin ninguno de los trabajadores alrededor de las instalaciones, mientras que los usuarios siguen llegando para realizar trámites y se encuentran con la sorpresa de que no hay quién los atienda.
La huelga es de carácter nacional, por lo que hay una situación similar en todas las delegaciones estatales de la dependencia, que pertenece a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). La razón argumentada por los empleados es que no se han revisado sus condiciones laborales desde hace seis años, además de que en el mismo lapso no se les han mejorado sus prestaciones de ley, de acuerdo a declaraciones de Silvia Pérez Chávez, secretaria general del sindicato en su sección XVIII.
En contraposición al paro estatal, la mañana de este jueves el líder de la asociación civil Derechos Humanos sin Fronteras, Florencio Muñoz del Castillo, denunció que la huelga se desarrolla sin un solo empleado en plantón, lo que le hace suponer que “andan en Ixtapa o Acapulco, porque no vemos una huelga de brazos caídos”.
El activista aseguró que la delegación michoacana trabaja con muchas deficiencias, con trámites que se alargan de forma innecesaria, por lo que los ciudadanos deben acudir en repetidas ocasiones y terminan por enfrentarse al llamado “coyotaje”.
El RAN se encarga del control de la tenencia de la tierra ejidal y comunal, además de brindar la seguridad jurídica documental, derivada de la aplicación de la Ley Agraria, por lo que a diario recibe la visita de decenas de personas que desean realizar trámites de ese tipo.
Sin embargo, a decir de Florencio Muñoz del Castillo, “hay una cadena de corrupción en el mismo RAN de Michoacán, los coyotes son ellos mismos, cobran hasta en 25 pesos una fotocopia, no saben tratar a la gente y ahora ya ni siquiera trabajan”.
Añadió que desde hace más de un mes se nombró como delegado a Adrián Gilberto Sevilla, quien “estaba limpiando la oficina de corrupción”, lo que al final le costó su puesto. Finalmente, reiteró que es extraño que haya una huelga sin un solo manifestante, sin carpas de campamento ni nadie que se divida los turnos, como suele ocurrir en este tipo de situaciones.