Una vez más, el sector agroalimentario de Michoacán volvió a la preocupación por las amenazas y actitud ventajosa del presidente de Estados Unidos, que intentan presionar al país mediante cuotas compensatorias graduales para todos los productos mexicanos que ingresen a su territorio; sin embargo, impera un clima de confianza en que se resolverá este conflicto binacional.
El estado es líder en la producción agrícola y pecuaria, pero también es un prestigiado exportador de más de 40 frutas, hortalizas y flores a 45 países de todos los continentes. Por la vecindad de la región de Norteamérica, Estados Unidos es el principal socio comercial de aproximadamente siete mil productores michoacanos dedicados a la exportación.
Si bien el trato y la negociación es directa entre los gobiernos que encabezan Trump y Andrés Manuel López Obrador, en la entidad el secretario de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua), Rubén Medina Niño, enfatizó que una de las recomendaciones del gobierno mexicano hacia el interior es que no se genere información de pánico en el sector agroalimentario, más bien de cautela y de esperar a la conclusión de los acuerdos en función de las posturas entre ambos país.
En tanto, sin dejar de reconocer el ruido e incertidumbre que generan las declaraciones del presidente norteamericano hacia el sector exportador, presidentes de los Sistemas Producto Mango, Limón Mexicano y Jitomate, Xavier Chávez Contreras, Bernardo Bravo Manríquez y Alfredo Esquivel Ramírez, respectivamente, coincidieron que de aplicarse los aranceles la primera repercusión será para el consumidor final, para los de allá; mientras que en México, en el mediano o largo plazo, el impacto se verá en una sobresaturación de los mercados con frutas y verduras; además de caídas en precios.
NO MEZCLAR EL COMERCIO CON LA POLÍTICA
Más que catalogar como una actitud revanchista o para lesionar a los productores exportadores mexicanos, el titular de la Sedrua consideró que la actuación de Donald Trump es una medida que tiene un carácter político y no se puede tomar una decisión de esta naturaleza; “no se puede mezclar el comercio con un asunto político”.
Como país, el mercado de Estados Unidos representa 70% del comercio con el exterior; en tanto, para Michoacán también es su principal comprador, por encima de la media nacional, con un 75 y 76%, incluso por producto es mucho más.
Por ejemplo, el aguacate representa 96.7% de las exportaciones michoacanas con el envío de 856 mil toneladas al vecino país. La estimación, es concluir la temporada anual de exportación en junio próximo con un millón de toneladas a ese país, lo que implicaría divisas por el orden de los dos millones de dólares.
Medina Niño recordó que los productores de jitomate, con el respaldo del Gobierno de México, recurrieron al amparo ante la cuota compensatoria para la hortaliza nacional de exportación, que es la suspensión de un acuerdo de investigación por prácticas desleales. El cual se espera quede resuelto a favor antes de la primera quincena de septiembre de este mismo año.
Este recurso jurídico, no está descartado para las nuevas cuotas compensatorias; no obstante se tiene confianza que Estados Unidos recapacite. “Estos anuncios de Trump, esperemos que se resuelvan por la diálogo y el acuerdo entre los dos países”, confió el funcionario estatal.
De esta manera, enfatizó que el gobierno de Michoacán respaldará las decisiones que determine el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, las que sin duda irán a favor de los productores y exportadores.
No se puede estimar un costo o impacto económico de las cuotas compensatorias a la oferta exportable, la repercusión pudiera verse una vez que se implementen las mismas, aunque se reiteró la confianza para que no prosperen.
AMERICANOS, LOS PRIMEROS AFECTADOS
Para algunos de los principales Sistema Producto de Michoacán con presencia en el mercado estadounidense, como son el mango, jitomate y limón, las cuotas compensatorias a las importaciones mexicanas no serán otra cosa que afectación para sus propios consumidores, al pagar un precio más alto.
Xavier Chávez Contreras, presidente de los mangueros, asentado en Gabriel Zamora, enfatizó: “esto repercutirá en el consumidor final; pero también creo, que a la larga, afectará a los productores y empacadores.
Si bien, no está definido, pelearemos para que no se den esos aranceles, tenemos que ver las normas y condiciones. Alzó la voz para convocar a los productores a hacer equipo con los gobiernos federal y estatal, con todo el gremio exportador.
Por su parte, Alfredo Esquivel Ramírez, representante de los productores de jitomate en la entidad, reiteró que estos intentos del gobierno de Estados Unidos tendrán una serie de afectaciones para quienes cultivan, comercializan y exportan esta hortaliza, pero también para quienes compran y consumen los jitomates mexicanos.
Visualizó una sobresaturación del mercado nacional y reducción en el precio, con consecuencias para los jitomateros. El productor de la región de Puruándiro explicó que “el jitomate que no alcance a entrar, se tendría que quedar en México, donde no hay capacidad para consumir todo el producto”.
Bernardo Bravo Manríquez, líder de los limoneros de la variedad mexicano (el de semilla) también coincidió “esto, de entrada afecta a los consumidores norteamericanos, es nuestro principal socio comercial”.
Gradualmente, avizoró, repercutirá a los productores porque corremos el riesgo de dejar de ser preferencia para los americanos a raíz de un producto de acceso caro; pudiera suplir el suministro de México por el de otros países.
El limonero del municipio de Apatzingán previó que será un efecto dominó: a menor consumo, menos venta, menor demanda. Por tanto, se perdería presencia en el mercado norteamericano.
Los productores de estas cadenas de valor agrícola en lo que también coincidieron fue en la confianza que se resuelva esta situación entre ambos país, sólo queda esperar.