El cultivo de fresas y arándano en terrenos que se extienden entre Huiramba, Pátzcuaro, Tzintzuntzan e incluso Morelia, ha exterminado una gran parte de animales silvestres debido al uso de pesticidas. También está secando los canales de agua que alimentaban al Lago de Pátzcuaro desde la parte oriente, y pone en crisis los escurrimientos de agua para la presa de Cointzio, que dota de agua a una gran parte de la población moreliana.
Agustín Gómez y Jose Luis Cruz encabezan un grupo de campesinos que comenzaron a hacer evidente este problema, personas que rayan en la tercera edad y que siempre han vivido del campo, sus cosechas y animales. Hoy todo su patrimonio está en riesgo y su forma de vida tranquila está desapareciendo.
“Este acaparamiento es ilegal e ilegítimo, refirió en entrevista Agustín Gómez, originario de Huiramba y uno de los que han levantado la voz para señalar que la empresa Driscoll’s, empacadora de fresa instalada en esa población, está generando problemas ambientales y agrícolas.
Detrás de este desastre ambiental estaría el exgobernador Silvano Aureoles Conejo, que inauguró dicha empresa el 19 de diciembre del 2017, y después, aseguran los campesinos, daba sus vueltas por esos parajes a bordo de un helicóptero.
El cultivo de fresa llegó repentinamente, apropiándose de terrenos y otros recursos naturales, a pesar de que la concesión del líquido es de los campesinos y el Distrito de Riego 07 al que pertenecen. En tiempos de estiaje apenas cuentan con lo mínimo para la sobrevivencia de la población.
"También utilizan cañones antigranizo móviles, los traen en camiones y disparan desde donde quieren para esparcir las nubes cuando va a llover; no se conforman con desviar nuestra agua y con los pozos que están perforando de manera ilegal”, denunció.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hay 10 pozos perforados a los que se les ha dado un seguimiento administrativo para corroborar datos de aprovechamiento desde el 28 de octubre del 2020. A más de un año, la dependencia les informó por escrito que ya se encuentran en el Sistema de Aprovechamientos Administrativos para ratificar datos, pero en algunos casos de plano no tienen información, “no se ha podido contactar a la persona involucrada”, se lee en el documento.
Los agricultores y ganaderos ven con desesperación que han desaparecido canales de agua, lagunas y escurrimientos que anteriormente servían para mantener la forma de vida entre las comunidades. Además, recienten la ausencia de las aves que siempre los acompañaban.
“Ya no hay garzas ni zarzuelas, que siempre nos acompañaban cuando aramos la tierra, estábamos acostumbrados a trabajar entre ellas, la función natural de esos animalitos era ayudarnos a desparasitar la tierra, era una forma de limpiar nuestros terrenos para evitar las plagas de tantos pesticidas. Ahora, con la falta de agua, las aves ya no están en nuestros campos”, externó José Luis Cruz, oriundo del ejido Cadena, de la comunidad de La Ciénega, en el municipio de Pátzcuaro.
No saben si las aves murieron por los pesticidas, pero tienen la certeza de que el agua residual está contaminada. En tiempo de lluvias las corrientes de este valle desembocan en el Lago de Pátzcuaro por el lado de Tzurumutaro, donde aseguran, es común ver peces muertos flotando.
El Sol de Morelia realizó un recorrido por los terrenos donde se padece esta problemática. Trepados en una camioneta doble rodado, el equipo de reporteros recorrió caminos terrosos demarcados por túneles de plástico donde se cultiva la fresa. Son evidentes las perforaciones para pozos de agua y aún más, el almacenamiento de agua en ollas artificiales que asemejan sistemas lagunares, mismo que están encerrados y custodiados para que los campesinos no intenten sustraerla.
“Le pedimos a las autoridades que arreglen este problema, a más gente la invitamos para que se sume a nuestra causa, si no detenemos este problema, pronto la ciudad de Morelia se va a ver afectada porque una parte de agua se iba para la presa de Cointzio, hoy va a llegar contaminada de químicos o de plano ya no va a llegar”, invitó don José Luis.