Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Durante la audiencia para desahogar pruebas sobre el feminicidio de Jessica González Villaseñor, tanto familiares de la víctima como el cuerpo de abogados defensores manifestaron haber recibido amenazas verbales de su contraparte. Los primeros en hacer notar el supuesto acoso verbal fueron los abogados del inculpado Diego Urik, quienes le dijeron al juez Ariel Montoya Romero que uno de sus consultores técnicos fue amedrentado en el baño del Tutelar de Menores, donde se desarrolla el juicio oral.
La recomendación del magistrado fue que se interpusiera una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y que incluso soliciten acceso a las cámaras del lugar para reunir las pruebas de sus dichos.
Más tarde la madre de Jessica, Verónica Villaseñor, relató a los medios de comunicación que uno de sus hijos fue increpado por el propio Diego Urik al finalizar la jornada, sin dar mayores detalles de la forma en que lo habría hecho. Señaló que no interpondrá denuncia para evitar “caer en el juego” de abogados y familiares del acusado, pues lo importante es ir mostrando las pruebas para que el fallo sea condenatorio.
Las últimas dos audiencias de este caso se han caracterizado por las malas condiciones técnicas para proyectar videos ofrecidos como prueba por la Fiscalía. Primero se presentaron archivos con virus que cancelaron la sesión, mientras que este martes cada clip se reprodujo con mucha dificultad, ocupando más de tres horas para menos de cinco minutos acumulados, donde principalmente se vio al auto de Diego Urik transitar a diferentes horas luego del asesinato de Jessica, el 21 de septiembre de 2020.
Las complicaciones para proyectar se convirtieron en la causa para que solo se escuchara el testimonio de una perito, pues el juez dictaminó que ya no había tiempo para otro más, debido a que pretendía mostrar detalles de 16 informes.
Por ello, ordenó que en la siguiente audiencia, programada para el 14 de noviembre, únicamente se reciba al empleado de la FGE y se agote todo su testimonio, con interrogatorios y réplicas, sin importar cuánto se tarde e incluso si toda la ruta termina hasta entrada la noche.